¿Y la libertad de expresión?

Trabajadores de una fábrica recuperada de la Ciudad de Buenos Aires fueron reprimidos por la policía porteña durante una protesta. Periodistas que cubrían la manifestación también recibieron golpes y gases y fueron detenidos de manera injustificada. Silencio en los medios oficialistas.

La Policía de la Ciudad de Buenos Aires reprimió ayer una manifestación de trabajadores de la imprenta recuperada Madygraf. El “Cuadernazo” frente al Congreso de la Nación se realizó como una manera de reclamarle pacíficamente al gobierno de Mauricio Macri por una licitación que el Ministerio de Educación le quitó arbitrariamente a la organización cooperativa.

A los palos y gases, los agentes del gobierno de Rodríguez Larreta intentaron dispersar no solo a los trabajadores imprenteros sino también a reporteros gráficos y cronistas que cubrían los hechos. Los fotógrafos Juan Pablo Barrientos, de Revista Cítrica, y Bernardino Ávila, del diario Página|12, fueron golpeados y detenidos por los uniformados, al igual que un trabajador de Madygraf y un estudiante que se solidarizaba con los manifestantes.

Cebados e impunes, los policías también agredieron brutalmente al periodista de El Destape Lucas Martínez, quien filmaba la represión. En el video del movilero (ver al comienzo de esta nota) se observa claramente cómo un agente de la metropolitana le asesta palazos al cronista por el solo hecho de intentar registrar lo que pasaba.

Anoche, tras doce horas de encarcelamiento, los detenidos acusados “de lesiones y resistencia a la autoridad” fueron liberados.

El reconocido periodista gráfico Pepe Mateos exige la libertad de sus compañeros.

“Cuando lo veo a Bernardino, se me viene el policía encima. Yo saco fotos, voy a ayudarlo, y el cana me increpa a mí. Me señala. Empiezo a caminar de espaldas, con la cámara en mano, mirándolo al policía, y de repente alguien me tiró al piso, me dio un golpe terrible”, declaró ante la prensa Barrientos minutos después de abandonar la Fiscalía donde no se le tomó declaración. En tanto que Ávila dijo: “A nosotros nos golpearon por todos lados. Ellos nos acusan de lesiones que no les hicimos. El único golpe que reconozco es el que hizo el policía con mi cámara cuando levanto la mano por un movimiento reflejo cuando se me viene encima. Tengo 30 años de profesión y sé muy bien las consecuencias que podría tener golpear a un policía”

Durante la jornada de ayer desde distintas organizaciones sindicales, sociales y defensoras de derechos humanos repudiaron la represión policial y el ataque a la libertad de prensa. Sin embargo, los medios hegemónicos de comunicación y los periodistas pro gobierno guardaron silencio sobre los gravísimos hechos ocurridos en la capital del país.

“¿Dónde están todos los defensores de la libertad de expresión?”, se preguntaron desde la Revista Cítrica. “¿Y ahora, qué dicen? ¿Por qué están callados? ¿Cuál es la democracia que tenemos si los fotógrafos no pueden mostrar la realidad, lo que está pasando?”, insistieron desde el prestigioso medio autogestivo.

En los medios mendocinos, solo las y los trabajadores de EL OTRO expresaron el rechazo hacia la brutalidad policial. “Una vez más Cambiemos ataca a lxs trabajadorxs que luchan y, mediante la violencia explícita, cercena la libertad de prensa de aquellxs periodistas y medios que cumplen con la obligación de informar sobre las consecuencias nefastas del neoliberalismo en nuestro país”, manifestaron los cronistas en las redes sociales de este diario.

Mientras las noticias circularon durante todo el día por Facebook, WhatsApp e Instagram, los medios oficialistas de Mendoza no dijeron una sola palabra sobre el violento ataque a la libertad de expresión.