El año pasado, Alfredo Cornejo aceptó que Enrique Pescarmona le regalara al Estado una lujosa vivienda destinada a la residencia del gobernador. El empresario explicó su generosidad argumentando que siempre abonó todos los impuestos y que nunca pagó ningún tipo de prebendas. Sin embargo, recientemente se supo que el titular de Impsa “blanqueó” $108 millones y entregó coimas para recibir favores del gobierno. ¿Qué debe hacer Cornejo con la casa mal habida?

Fotos: Prensa Gobierno de Mendoza

La caridad empieza por casa

Mediante el decreto provincial 399/17, Alfredo Cornejo aceptó que el empresario Enrique Pescarmona donara un inmueble “destinado a la Residencia del Gobernador de la Provincia y lugar de realización de recepciones o audiencias de Mandatarios, Funcionarios o Visitantes de otras Provincias o Países” (sic).

La lujosa casa está ubicada en La Puntilla (Luján de Cuyo) y, aunque fue subvaluada en casi $2,5 millones, consta de una superficie total de 4.344 metros cuadrados, de los cuales 832 se encuentran cubiertos (ver más características aquí).

 

 

 

Ante las suspicacias del generoso regalo, el propio Pescarmona explicó los fundamentos de su decisión a través de una carta difundida en abril de 2017 por el portal oficialista MDZ. Entre “doce razones”, el multimillonario se jactó de abonar siempre sus impuestos y de no haber pagado jamás ningún tipo de prebendas para obtener beneficios del Estado.

Cuando la limosna es grande

Pescarmona también cedió su cava de vinos.

El gesto falso no tardó en desnudarse. A más de un año de aquellas manifestaciones de autoalabanza, información oficial y la confesión judicial de Pescarmona se encargaron de enlodarlo y vaciar de contenido las “razones” que esgrimió para poner en manos de Cornejo su histórica casa familiar.

Por un lado, tal como informó EL OTRO recientemente, el empresario “blanqueó” $108.238.051 durante el 2016 gracias al cuestionado “régimen de sinceramiento fiscal”, promovido por el presidente Mauricio Macri. Dinero “negro” fuera del control estatal y, por lo tanto, libre de cargas impositivas.

Por otro lado, en los últimos días Pescarmona reconoció ante la Justicia que pagó coimas para obtener favores del Estado. Según el diario Los Andes, el financista Ernesto Clarens habría declarado que el empresario mendocino, hoy “imputado colaborador”, entregó sobornos por 2,9 millones de dólares entre 2008 y 2015.

“Como mendocino, siempre me avergoncé de que nuestro gobernador no tuviera una residencia acorde al nivel de su investidura”, dijo Enrique Pescarmona al momento de donar la casa de sus padres. Hoy ya sabemos que el coimero carece de vergüenza, aunque resta conocer, a la luz de la contundente realidad, qué piensa hacer Cornejo con la casa mal habida.

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Pescarmona blanqueó $108 millones

 

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