Documentación oficial del dispositivo nacional de evaluación Aprender 2016 demuestra que los exámenes no son anónimos. Hasta ayer, el Ministerio de Educación de la Nación y la DGE mendocina anunciaban lo contrario.

“Tanto las evaluaciones como los cuestionarios son anónimos y sus respuestas serán confidenciales, de modo que no sea posible identificar a quien responde”, dice textualmente el Manual Aprender 2016, publicado por el Ministerio de Educación y Deportes de la Nación. Pero la publicación miente.

Y la mentira del controvertido dispositivo nacional de evaluación se propagó por todo el país. En Mendoza, la Dirección General de Escuelas bajó línea a los supervisores y directores de primarias y secundarias para que transmitieran a los/las docentes, alumnas/os y sus padres, que no tuvieran temor alguno sobre los posibles desempeños de los estudiantes, porque los resultados no serían individualizados. Sin embargo, el discurso tranquilizador chocó abruptamente con la realidad.

¿Qué ves?

Recién ayer muchos directivos y docentes, responsables de poner en marcha el operativo nacional de evaluación, se desayunaron –literalmente- con la noticia de que debían consignar los nombres de las alumnas y alumnos evaluados, para después informarlos por escrito a las autoridades nacionales responsables del “dispositivo”.

Un Manual de Aplicación, contenido en las cajas selladas que recibieron y custodiaron celosamente cada uno de los establecimientos, instruyó con precisión cómo debían registrarse tanto los estudiantes presentes como los ausentes, en todas las etapas del cronograma oficial.

“Asignar, en el orden del registro de clase, el Cuadernillo de Prueba y el Cuadernillo del Estudiante que lleva el mismo número de ID de estudiante”, dice en la página 13 del Manual citado. O sea, se le ordenó a cada Aplicador (el maestro o profesor que tomó la evaluación) que anotaran en una planilla los nombres de los alumnos y los vincularan con un número de identificación (ID). Esto podría permitir que se sepa quién hizo cada uno de los exámenes y qué resultados obtuvo.

Identificación del estudiante (ID) en el vértice superior derecho.
Identificación del estudiante (ID) en el vértice superior derecho.

 

planilla-del-aplicador
Los espacios en blanco deben ser llenados por el Aplicador con los nombres de los alumnos asociados a sus números de identificación (ID)

 

Para que no quedase ninguna duda, el Manual de Aplicación aclara en un recuadro destacado: “Es MUY IMPORTANTE que el Aplicador preste atención al número de ID de estudiante y revise que cada uno de los materiales entregados a un estudiante correspondan a su número de ID”.

Manoseo

EL OTRO visitó ayer varios establecimientos secundarios del Gran Mendoza para relevar opiniones sobre el devenir de la jornada. El hermetismo fue casi total. Más allá de algunas quejas solapadas sobre los “objetivos poco claros del plan del gobierno nacional”, la mayoría de los Aplicadores se excusaron de hablar, bajo el argumento de la confidencialidad total que requería el operativo.

Pasado el mediodía, cuando ya había concluido la primera jornada de evaluaciones de Matemática y Ciencias Sociales, una profesora se animó a contarnos -sin ocultar su enojo- que hasta ayer a las ocho de la mañana no sabía bien qué tenía que hacer y que “encima hoy me entero que las evaluaciones no son secretas”. La docente se manifestó muy disgustada con el “manoseo” que se hizo de los adolescentes, a quienes nunca se les aclaró oficialmente que sus nombres figurarían entre la información que se despachará a Buenos Aires.

14714884_1349851605078291_8620456681801100148_o
Foto: Coco Yañez

 

Según esta especialista en Geografía, “los propios chicos se dieron cuenta del engaño. Estaban muy ansiosos al comienzo, muchos me contaron que no tenían ganas de hacer la evaluación y que la directora de la escuela les había prometido ´regalarle´ dos inasistencias en diciembre, para convencerlos de que hicieran la prueba. Pero comencé a notar cierta desazón de parte de algunos de ellos cuando se dieron cuenta que en las dos evaluaciones –de Matemática y Ciencias Sociales- les había tocado un mismo número de identificación. Entonces les tuve que aclarar lo que yo misma me acababa de enterar”.

Hoy siguen los exámenes de Lengua y Ciencias Naturales. Aunque ya está claro que nadie puede garantizar el prometido anonimato.