En diciembre del año pasado, Omar Sánchez nos provocó por las redes sociales pidiendo pista para escribir en nuestro diario. Una semana más tarde nos juntamos en una larga charla de café, nos contó sin tapujos sobre su lucha contra el cáncer, a la que siempre diferenció de la pelea contra la muerte, y finalmente acordamos que haría una colaboración semanal para EL OTRO.

Foto: Fabián Sepúlveda

 

“Con mucha alegría, quiero compartir con ustedes mi regreso número quichicientos al periodismo gráfico, en este caso virtual. Voy a escribir en El Otro Diario, medio con el que tengo profundas coincidencias”, publicó Omar en febrero de este año en su muro de Facebook.

Donar médula ósea es donar sangre, fue su primer artículo en este medio. “Dicen que la corrupción mata. A veces, la ignorancia también”, cerraba su nota del 13 de febrero, luego de cuestionar una propaganda del gobierno de Mendoza en la que se promovía la donación de sangre e, inexplicablemente, se excluía a la donación de médula ósea.

Siete días después publicamos su entrevista al diputado provincial Lucas Ilardo, con el eje puesto en la polémica sobre el “triplicate salarial” del ministro Martín Kerchner.

Luego aparecieron mayores complicaciones en su salud. Sin embargo, en cada comunicación telefónica que tuvimos nos alentaba a seguir y pedía que “lo bancáramos” hasta que se repusiera. No quería comunicar la realidad desde su casa, deseaba salir para hacer entrevistas y crónicas que reflejaran lo que pasaba en la calle. Nos hablaba siempre con pasión, con el interés intacto de hacer periodismo en los próximos años, fiel a su lema recurrente: “¡Aquí no se rinde nadie!”

Foto: Fabián Sepúlveda

 

Compromiso social y político

Lamentablemente no pudo seguir colaborando con nuestro diario. Sus menguadas fuerzas de guerrero de mil luchas las destinó fundamentalmente a su familia y a Hagamos Algo Por los Chicos con Leucemia, la organización que fundó junto a su esposa en 2013, poco tiempo después de que a su hija Tamara le diagnosticaran esa enfermedad.

También asumió en los últimos meses una postura crítica hacia la conducción del justicialismo, partido en el cual militaba. Promovió junto a otros compañeros la conformación de la Corriente Peronista de Base, para convocar desde allí a la militancia al desafío de “reconstruir al peronismo y al movimiento nacional”.

“La situación requiere de capacidad y honestidad, como siempre, pero hoy también de mucho coraje. Coraje para enfrentar un aparato con muchos recursos. Coraje para que el peronismo sea verdadera oposición de las políticas de hambre, ajuste, persecución política y represión de Macri y Cornejo. Coraje para recuperar a nuestro Movimiento y ponerlo al servicio del pueblo”, escribió Omar en el documento fundacional de la nueva corriente interna del PJ.

Foto: Poética de la Resistencia

 

Desde la página de Facebook de la asociación civil que presidía, Omar asumió numerosas veces el difícil rol de despedir a l@s guerrer@s, haciendo propio el dolor y el compromiso de seguir manteniendo bien alta la lucha, con la certeza de vencer, siempre “del lado de la gente y de la Vida”.

Ayer, una miembro de Hagamos algo… comunicó la despedida de Omar Alfredo Sánchez: “Nos invade una profunda tristeza, no es solo por la partida de uno de nuestros guerreros, quien se va es nuestro presidente, nuestro amigo y compañero. La persona que nos enseñó a salir con un bidón de nafta bajo el brazo, para pelear por lo que creemos”.

Hasta siempre gladiador

La última vez que nos reunimos con Omar fue en la calle, el 24 de marzo. Sonreía, abrazaba fuerte, hablaba eufórico y hacía bromas. “Ya me voy a mejorar y voy a volver a escribir para EL OTRO”, insistía. “Porque estamos en la calle”, bromeaba.

Julio Rudman hizo público un texto que recupera ese momento, uno de miles, de dignidad y compromiso de Omar. Con las palabras del escritor, y una imagen de nuestro reportero gráfico Coco Yañez, lo recordamos, agradecemos su lucha, y abrazamos a su familia:

Foto: Coco Yañez

 

“Llevaba el nombre de un poeta persa y de un actor de Hollywood de origen egipcio. Pero él fue siempre un gladiador. De las causas íntimas, como la pelea por la vida de su hija transformada en voluntades humanas colectivas. También de las políticas y morales en éste, nuestro país, mancillado a mansalva por la banda mafiosa que nos avergüenza”.

“En la marcha del 24 de marzo de este año caminamos juntos un buen trecho. Él empujaba una silla de ruedas que, supuestamente, debía llevarlo, pero se había roto. Se paró y, con un dolor físico indisimulable, llegó así hasta las escalinatas de la Casa de Gobierno. Y allí se sentó, puso allí su humanidad ya herida y se mantuvo firme, pálido por el esfuerzo, pero con la convicción intacta de saber que su lugar era ese, junto a los miles de compañeras y compañeros que reivindicamos la entrega de nuestros 30.000”.

“Hubo, hay y habrá muchos que se llamen Omar. Pero Omar Sánchez, nuestro amado del vozarrón importante cayó como vivió, luchando”.

“Ya no está. Ahora es símbolo. Gracias por el ejemplo de entrega total”.

“¡Hasta la victoria, siempre!”

Foto: Fabián Sepúlveda