Micaela Tapia es “feminista, morada y radical” según se reconoce. El sábado pasado, en las inmediaciones de Plaza Godoy Cruz, sufrió una agresión física y simbólica por llevar el pañuelo verde en su mochila. Minutos antes del “Pañuelazo federal” en Mendoza, EL OTRO charló con la joven sobre su militancia, la violencia y el robo de su emblema por el aborto legal, seguro y gratuito.

Fotos: Cristian Martínez

La tarde mendocina es fresca y contiene una multiplicidad de hechos sociales que son relevantes.

En las puertas de la Legislatura provincial un grupo nutrido y heterogéneo de militantes buscan frenar el capricho del gobernador por agrandar la Suprema Corte de Justicia. Aún circula una cantidad importante de mendocinos y mendocinas con banderas y gorros que festejan la apretada victoria mundialista ante Nigeria. Y en la plaza Independencia varios cientos de mujeres -y algunos varones- se pliegan al “Pañuelazo federal” en pos de la despenalización del aborto.

Micaela y el equipo de EL OTRO se encuentran en la plaza central de la Ciudad de Mendoza con el verde del pasto, algunos árboles que pasan el invierno, y los pañuelos feministas que siguen resistiendo la violencia patriarcal.

Tras conocerse la intolerancia que padeció, a través de las redes sociales, la joven tuvo llamadas de varios medios que no la convencieron, pero sí accedió a conversar con este diario. Se la ve tranquila y jovial. Fresca. Tiene 20 años, es simpática y su voz es suave con un tono agradable.

¿Qué te pasó el sábado pasado?

El sábado fui a la casa de una amiga para hacer unos trabajos y, como mi casa no estaba tan lejos, decidí volver caminando. Cuando costeaba la Plaza Godoy Cruz me di cuenta que me venían siguiendo cuatro personas, dos mujeres y dos hombres. No me quería asustar ni prejuzgar, pero cuando los vi demasiado cerca me metí a un kiosco.

El señor del negocio me dijo que podía quedarme todo el tiempo que quisiera y allí intenté hablar a mi casa pero no di con nadie, y tampoco tenía para tomarme un taxi. Así que decidí volver caminando hacia la calle San Martín porque pensé que suele ser más concurrida y está mejor iluminada, pero me encontré con las cuatro personas de frente.

Parecía que me estaban esperando. Me empuja una de las chicas, me golpeó en la cabeza, a pesar de que no me resistí en ningún momento. Me dieron vuelta, me revolcaron, y me sacaron el pañuelo verde que tenía en la mochila. De hecho, lo primero que me dijeron cuando me los encontré fue: “Sacate la mochila y danos ese pañuelo”.

¿Qué más te dijeron mientras te violentaban?

Me hicieron saber que estaban “a favor de la vida”, me dijeron “ojalá algún día te violen” y me tildaron de puta, de asesina y de muchas otras cosas que no recuerdo porque estaba como muda, ensordecida.

Luego me senté en el piso y la gente nada.

¿Pasaron personas por ese lugar y no te ayudaron?

No. Sé que es una calle oscura pero pasaron autos y personas caminando, bicicletas, incluso había gente en la vereda de enfrente, pero nada. Solamente una señora se acercó y me preguntó cómo estaba, le dije que estaba bien, pero no le di muchas explicaciones.

¿Terminaste de hablar con esa mujer y te fuiste a tu casa?

No. Me iba a ir a mi casa porque ya estaba cerca pero encaré para la comisaría sin saber si era la mejor opción. Hice la denuncia y ahí me pasaron a buscar.

¿Es la primera vez que te agreden por tu militancia?

En realidad casi siempre que vamos a las marchas de Ni Una Menos, que vamos con las remeras, nos gritan cosas pero no me había pasado nada físico. Cuando estuvimos acá en la vigilia para la media sanción de la ley hubo una amenaza de bomba.

¿Es la primera vez que sentís miedo en la calle?

No, no, no… Yo antes de empezar a militar la despenalización del aborto andaba con mucho miedo y cuando vi que éramos muchas se me pasó. Ahora me dio miedo de nuevo, y recién me puse el pañuelo cuando bajé del micro.

No me parece que la solución sea que no podamos llevar nuestros pañuelos. Me da mucha bronca que esto pase en democracia.

Micaela se funde en la ola verde y desaparece en un lapso de sororidad que causa admiración. Otras historias esperan visibilización en esa marea.

 


Pañuelazo federal en Mendoza

En la capital mendocina, al igual que en las ciudades más importantes del país, se realizó ayer una manifestación feminista para exigir la sanción definitiva de Ley de Interrupción Legal del Embarazo, sin más dilaciones. Desde el Senado de la Nación fijaron al 8 de agosto como fecha para el tratamiento de la iniciativa que ya tiene media sanción de la Cámara de Diputados.

Fotos: Cristian Martínez