Alfredo Cornejo y Rodolfo Suarez realizaron el lunes pasado el primer acto institucional entre el gobernador actual y el mandatario electo: un desayuno en la residencia donada al Estado por Enrique Pescarmona, el empresario mendocino que confesó ante la Justicia que entregó coimas para recibir favores económicos. Las promesas de lucha contra la corrupción arrancan con un paso en falso.

Fotos: Gobierno de Mendoza

“Se han dedicado a nacionalizar una elección provincial en la que hicieron un montaje digno de la corrupción K. Vinieron a Mendoza en aviones privados mostrando un aparataje digno de los bolsos de José López y el más ridículo que se haya visto”, denunció el gobernador Alfredo Cornejo la semana pasada, en un claro cuestionamiento hacia el candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández.

“Argentina necesita más de los mendocinos; somos honestos, decimos la verdad, tanto en la campaña como cuando gobernamos. Lo que decimos lo hacemos. No robamos y no somos corruptos”, señaló el gobernador electo Rodolfo Suarez el domingo a la noche, luego de conocerse el triunfo contundente del radicalismo en las elecciones generales.

Sin embargo, las proclamas contra la corrupción y las loas acerca de la honestidad mendocina se encontraron con una contradicción simbólica  flagrante en menos de 24 horas. El lunes por la mañana Cornejo recibió a su sucesor en la residencia del gobernador, la lujosa casa ubicada en La Puntilla (Luján de Cuyo) que el empresario Enrique Pescarmona le regaló al Estado mendocino.

“Los radicales tuvieron un encuentro en la Residencia Oficial del Gobernador en La Puntilla, como parte de un intento de Alfredo Cornejo de instalar en Mendoza esta tradición importada de Chile”, informó MDZ en una nota donde se dieron precisiones sobre algunas frivolidades de la propiedad: “Acá dejamos algunas imágenes de los 3.622 m2 de parque que posee la casona, más la parrilla totalmente equipada, techada y con ventilador incluido”.

Los Andes, por su parte, detalló: “Cortado exprés, exprimido de naranja, sánguches de miga, facturas, y alfajorcitos fueron parte de la mesa que compartieron. Tras el desayuno, ambos salieron a brindar una conferencia de prensa en el parque de la casona, digno de admiración para cualquier paisajista”. Texto que reiteró de manera casi literal Unidiversidad, el portal de la UNCuyo.

Entre sanguchitos y glamour, lo que obviaron todos los medios de comunicación es el origen poco transparente de la residencia gubernamental y el prontuario del mecenas de Cornejo. El multimillonario es uno de los contratistas de la Patria implicado en la llamada causa de las fotocopias, proceso judicial en el que varios arrepentidos confesaron haber entregado prebendas a funcionarios de gobierno para obtener beneficios económicos.

Entre el café y las masitas, tal vez Suárez no se haya desayunado de la paradoja o declaración de principios: el primer paso institucional de su camino hacia la Casa de Gobierno comenzó esta semana en el favor inmobiliario de Pescarmona, un coimero confeso.

 

A la casa del coimero

Pescarmona blanqueó $108 millones