La mitad del nuevo gabinete de Jaime Correas debe impuestos provinciales. Vieja hipocresía: la DGE promueve la cultura tributaria en las escuelas, pero los funcionarios Emma Cunietti y Gabriel Sciola están en mora con el fisco.
“Este será el año de la educación” destacó el gobernador Alfredo Cornejo el 7 de febrero, en Casa de Gobierno, cuando anunció cambios en la estructura del gobierno escolar “con el fin de fortalecer la calidad educativa”.
En rigor, tales modificaciones no fueron más que enroque de piezas en el tablero de la Dirección General de Escuelas. Graciela Orelogio fue desplazada desde la Delegación Regional Norte a la Jefatura de Gabinete. A Gustavo Capone se lo recicló desde la Dirección de Superior a la nueva Subsecretaría de Educación. En tanto que se creó la Coordinación General de Educación Superior a la medida de Emma Cunietti y Gabriel Sciola recibió el ascenso a la Subsecretaría de Administración.
Todo parece indicar que, a diferencia de otras transferencias, en la movida de cargos políticos no se exige “libre deuda”. De lo contrario, dos de los cuatro nuevos/viejos funcionarios de Jaime Correas hubiesen visto frustrados sus pases.
El que administra no paga
Según consta en los registros online de la Administración Tributaria Mendoza (ATM), Gabriel Sciola, CUIT N° 23-24970274-9 “sí se encuentra como Contribuyente en Riesgo Fiscal, desde el 01/10/2015”, debido a la falta reiterada de declaraciones juradas mensuales y/o pago de tributos.
Aunque resulte paradojal, el máximo responsable de la administración de los impuestos de los mendocinos en la DGE, está en la “lista negra” de contribuyentes y, además, posee deuda impaga del impuesto inmobiliario.
Esto último es curioso, si se tiene en cuenta que en la última declaración jurada presentada por Sciola ante la Fiscalía de Estado (2015), el licenciado declaró ingresos como Director General de Administración ($37.000) y consultor monotributista ($20.000), pero manifestó que tanto él como su cónyuge (Flavia Lorena Roldán) no tienen ningún inmueble.
De la boca para afuera
A juzgar por su declaración de bienes, la fortuna no le ha sido esquiva a la nueva coordinadora de Educación Superior. Emma Cunietti posee: el 100% de una casa valuada en $1.500.000, la totalidad de un departamento de $1.000.000, dos cocheras de $200.000 cada una, la mitad de otro departamento tasado en $800.000 y dos automóviles modelos 2010 y 2014.
Sin embargo, parece que alguna deuda chica sin querer se le ha olvidado, porque en la cuenta del Estado figura que la ex directora general de escuelas de Julio Cobos, CUIT N° 27-14649944-4, tiene boletas vencidas del impuesto automotor.
Cuando la cabeza falla…
Ya hemos informado desde EL OTRO acerca de la deficiente cultura tributaria de la familia de Cornejo y de su gabinete de gobierno. Esta vez, la pregonada renovación de la cúpula de la educación pública dista de ser el ejemplo a seguir por maestras, profesores, alumnos, alumnas y el resto de la comunidad educativa.
En 2003, el gobernador radical Roberto Iglesias creó, junto a organismos fiscales nacionales, el Programa de Cultura Tributaria Integral. Entre los objetivos de esa política pública se propuso la capacitación de los docentes y la actualización de las currículas escolares para enseñar a los niños, niñas y adolescentes, la importancia del pago de los impuestos.
El Programa se convirtió en una política de Estado y fue continuado por todos los gobiernos provinciales hasta hoy.
Ya sabemos que los cambios culturales no se producen en una república si los gobernantes no cumplen con lo que predican. Es una obviedad: a los docentes y alumnos no se les puede reprochar una conducta que las autoridades no están dispuestas a asumir.
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