Como cada 28 de junio en muchos países se celebró el Día Internacional del Orgullo LGBT. En Mendoza la plaza Independencia se pobló de diversidad y consignas para que cesen los travesticidios y los transfemicidios. En diálogo con EL OTRO, el referente Marito Vargas denunció que “hoy nos encontramos con un modelo económico y político de exclusión que propone un franco retroceso en los derechos del colectivo”.

Fotos: Cristian Martínez

La comunidad LGBT local se expresó en este día tan significativo desde su dolor más postergado. Travestis y transexuales tomaron la palabra en la plaza que el pueblo utiliza en estos días para reclamar por los derechos que el Estado no garantiza.

Marito Vargas, referente del colectivo LGTB e integrante de la agrupación CLIK, dialogó con EL OTRO.

¿Qué se celebra hoy? ¿Qué grita la calle diversa?

Hoy se celebra el orgullo LGTB en el mundo y acá en Argentina, inteligentemente, tomamos este día para decir basta de travesticidio y transfemicidio porque este colectivo es el más vulnerado dentro del LGTB.

La verdad es que durante la década anterior tuvimos leyes fabulosas que garantizan derechos y nos pusieron a la vanguardia como país, como la del matrimonio igualitario y la de identidad de género. Esta última ley es novedosa en el mundo.

Pero más allá de esas leyes hoy nos encontramos con un modelo económico y político de exclusión que propone un franco retroceso en los derechos del colectivo. Hoy por hoy tenemos que salir a decirle al Estado que queremos lo que quieren todas las personas: educación, salud y trabajo.

Respecto del trabajo lo que vemos es que las travestis siguen siendo inexorablemente arrojadas a los circuitos prostibularios y ante eso el Estado lo único que hace es poner más medidas represivas. El Código de Faltas de la Ciudad de Mendoza es un claro ejemplo.

¿Cuáles son esas medidas represivas?

La gestión UCR-PRO quieren endurecer el código para darle más herramientas a la policía y a los preventores para que persigan y violenten a las personas arrojadas a la prostitución. Nuestra respuesta a esto es el “cupo laboral trans”.

Con el tema de salud pasa igual. Si bien la ley de identidad de género en su artículo 11 garantiza la salud del colectivo travesti, las personas siguen teniendo una expectativa de vida de 40 años.

Sabemos que muchas personas arrojadas a la prostitución sufren la violencia de los prostituyentes, la violencia de la policía, la inyección de la silicona industrial… Cuando nos preguntamos por qué una niña que es arrojada a la prostitución a los 13 años muere a los 35, debemos buscar las respuestas allí.

En educación, ni hablar. Los lugares siguen siendo expulsivos y las identidades que no se pliegan a la heterosexualidad reproductiva obligatoria son discriminadas. En los planes de estudio y en las instituciones son expulsadas las niñas travestis.

 

También cuestionamos las políticas cosméticas de este gobierno que no impulsa políticas públicas reales para el sector pero sí pone banderitas por todos lados. Para el 17 de mayo que es el día contra la homofobia, el gobierno de Cornejo salió a izar la bandera multicolor junto a Valerio, que es el juez que libera a asesinos homofóbicos diciendo que nosotros tenemos vidas licenciosas. Lo ponen ahí y creen que le lavan la cara.

También me entristece un poco que parte de nuestro colectivo participe de este show y de este circo.

Las personas del colectivo que apoyan o integran el actual oficialismo no parecen muy combativas…

Nosotros le llamamos a esto “pink washing”, una tendencia que se da en todo el mundo, que tiene que ver con gobiernos que restringen derechos y cooptan a parte de nuestro colectivo para justificar sus acciones. Denunciamos esto, también lo de Valerio, y que cada vez que llevamos una propuesta de cupo laboral trans a un concejo deliberante, la gestión UCR-PRO nos votan en contra.

Creemos que lo que nos corresponde como organizaciones sociales y políticas es salir a denunciar esto.

Ahora, además de denunciar, también celebramos que muchísimos espacios sociales y políticos, y sobre todo feministas, han hecho suya la lucha LGTB y eso habla de las alianzas políticas y de una sociedad que quiere pelear por más igualdad, más pluralidad, una sociedad mejor.

Me parece que hay cuestiones que nos hermanan. No quiero dejar de hablar del derecho al aborto legal seguro y gratuito. Hemos acompañado el proceso y estamos pendientes de la media sanción que falta y, por supuesto, también nos pone muy felices ver a las compañeras con sus pañuelos verdes en nuestra marcha.

 

 

 

 


Leer más:

Marito Vargas. El hijo marica que toda madre quisiera tener