Imagen: Righi, Félix y Cueto

El decano de la Facultad de Filosofía y Letras logró “juntar las cabezas” de importantes referentes del peronismo mendocino. La excusa: discutir las posibilidades de reforma de la constitución provincial. El hecho político: tanteos y acercamientos de cara a las próximas elecciones. 

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Hace apenas una semana los popes del Partido Justicialista cerraron la puerta a una posible reforma de la Constitución de Mendoza y, con ello, enterraron cualquier posibilidad de reelección del gobernador Alfredo Cornejo. Sin embargo, ayer varios de esos mismos dirigentes aceptaron el convite del decano de Filosofía, Adolfo Cueto, para debatir la necesidad de un cambio de fondo en la Carta Magna de 1916.

Presidente y vice del PJ estuvieron presentes, pero no fueron los únicos que participaron de la jornada. A Omar Félix y Roberto Righi los acompañaron los legisladores provinciales Patricia Fadel, Javier Cófano y José Muñoz, el diputado nacional Guillermo Carmona, y ex funcionarios peronistas como Raúl Mercau –actual rector de la Universidad Champagnat-, Germán Ejarque y Diego Martínez Palau, además de las autoridades de la Facultad y consejeros superiores de identidad kirchnerista.

Más allá del Preámbulo

El primero en tomar la palabra en las exposiciones magistrales fue el secretario académico de la Facultad, Darío Sanfilipo, quien se focalizó en diferenciar distintos preámbulos constitucionales. A este le siguió Mercau, su disertación marcó una compleja comparativa económico-política entre las provincias en las que la reelección está instaurada (22 jurisdicciones), y las que aún prefieren la alternancia.

La mesa académica se completó con Rodolfo Díaz. El constitucionalista y ex Procurador del Tesoro durante la presidencia de Carlos Menem, reseñó el recorrido de los últimos 100 años de la constitución provincial y relativizó vehementemente los prejuicios que ponen de relieve las características ecuánimes e igualitarias del texto. Díaz remarcó el contexto político de aquella producción constituyente y restó importancia a los “avances” sociales como la jornada laboral acotada para “empleados estatales exclusivamente”, al tiempo que puso en duda la prolijidad de la norma que convive en la actualidad con cinco enmiendas de las que guarda distintas cicatrices. “La reforma en la que se vuelve a instaurar la elección directa del gobernador elimina el artículo que menciona los colegios electorales, pero no los 7 artículos restantes que describen a estos últimos…”, graficó el especialista.

Finalmente Cueto, el  decano anfitrión, ponderó la posibilidad de mantener abiertas las puertas de la Universidad al debate de temáticas que tengan un asidero social, y propuso convocar a otros partidos y a la sociedad en general a la discusión reformista.

No obstante el cambio no pareció estar en el horizonte de los “compañeros” asistentes, poco proclives aún a las renovaciones. Con sus semblantes adustos, marcaron la tónica académica y -sobre todo- política de los fríos gestos.