La asamblea de la comunidad educativa de la escuela Capitán Candelaria, de la localidad de El Algarrobal -Las Heras-, decidió tomar pacíficamente el edificio en reclamo de “condiciones dignas para estudiar y trabajar”.

Mientras la Dirección General de Escuelas se apresta para desarrollar en todo Mendoza el controvertido Operativo Aprender –destinado a evaluar la calidad educativa-, hay todavía escuelas que deben lidiar con el hacinamiento de alumnos, el desbordamiento de sus pozos sépticos y aulas que no son más que módulos de chapa, sin condiciones sanitarias mínimas.

“Lunes 17 y martes 18 tomamos la Escuela N° 1-213 Capitán Candelaria de El Algarrobal…” comienza diciendo una cadena de whatsapp que circuló por estos días. “Nos cansamos de pedir condiciones dignas para estudiar y trabajar. Hacinamiento, pozo séptico anegado totalmente, falta de espacio para contener a los niños. Decimos BASTA”, completa el mensaje.

En estado de asamblea

EL OTRO visitó ayer esta escuela, que está a sólo veinte minutos de la Capital de Mendoza, y pudo constatar que existen razones más que suficientes para que la comunidad se encuentre muy angustiada y con escasa paciencia.

En el portón de entrada nos recibe un policía de azul y un cartel anaranjado: “Correa necesitamos una escuela nueva”. A poco de andar vemos otro afiche amarillo que dice: “Señora Laura Montero: le estamos agradecidas por el ´engaño´ que nos hizo cuando nos recibió en la Legislatura. Todas las palabras que nos dijo en ese momento se las llevó el viento…”

14706862_10154501052859627_8803562988937785683_o
Foto: Manotazos

 

14691157_10154501051474627_752348927201346332_o
Foto: Manotazos

 

Daiana Camargo, egresó de la escuela Capitán Candelaria  y es una de las vecinas “nacidas y criadas” de El Algarrobal. Forma parte de la asamblea que se constituyó para defender el derecho a la educación de los niños, niñas y adolescentes. Nos cuenta que desde hace unos quince años vienen reclamando a sucesivos gobiernos, sin ser oídos, para que mejoren la infraestructura de la escuela. “La problemática principal es el hacinamiento”, nos dice y aclara: “la comunidad de El Algarrobal demográficamente creció un montón en las últimas décadas y esto no fue acompañado por más escuelas. En nuestro caso, por ejemplo, los pozos sépticos colapsaron, debido al hacinamiento. Este edificio estaba pensado para 300 alumnos y hoy tiene 630”.

Colapsados

Lo del colapso es literal. Diariamente los pozos sépticos se desbordan visiblemente sobre el patio donde los alumnos transitan. Dos veces al día –mañana y tarde- un camión atmosférico se encarga de desagotarlos, pero este tránsito tan frecuente está generando la destrucción y anegamiento con materia fecal de una cancha de baldosas en la que los niños juegan y hacen sus prácticas de educación física.

14714850_10154501052359627_2339981896358274747_o
Foto: Manotazos

 

El reclamo viene de larga data, según reseña la propia Camargo: “Hace más de quince años que estamos comentándole al gobierno, a través de notas, qué es lo que está pasando en cuanto al crecimiento de la población. Hace siete años la escuela Candelaria le cedió un espacio a la escuela secundaria que también funciona en el edificio, para la construcción un nuevo establecimiento, pero el gobierno nunca invirtió nada aquí, ni tampoco construyó otras escuelas en El Algarrobal, donde sólo hay tres primarias”.

Los antiguos octavo y noveno años de la Educación General Básica (EGB), hoy convertidos en primero y segundo año de la educación secundaria, comparten horarios con los alumnos de la primaria. Ambos cursos tienen clases en dos precarios módulos de chapa que se llueven y poseen aires acondicionados que no funcionan.

14682169_10154501052279627_4546163653665821262_o
Foto: Manotazos

 

Campanas de palo, las razones de los pobres

La asamblea de la Candelaria consiguió el año pasado la resolución de creación de una nueva escuela primaria en El Algarrobal, identificada con el número 1-749. Ahora están pidiendo que la Dirección General de Escuela se siente con los padres para dar soluciones concretas sobre los temas de fondo: “que se construya la escuela, se solucione el tema de los pozos sépticos y se descomprima la situación de hacinamiento”.

Una funcionaria del gobierno provincial escucha los reclamos.
Una funcionaria del gobierno provincial escucha los reclamos. Foto: Manotazos

 

Ya hicieron marchas y numerosos pedidos formales, pero esta vez se percibe que de paciencia queda bastante poco. “Ha venido gente del gobierno -de infraestructura y de educación- pero no hay respuestas claras. Entonces se va a sostener la toma del edificio, en asamblea permanente, hasta que se haga presente (el Director General de Escuelas) Jaime Correas. No nos quejamos solamente, nos comprometemos reclamando que los derechos de los niños sean respetados”, concluyó Daiana Camargo.