Policías de civil en una manifestación pacífica y un puñado de encapuchados tirapiedras fueron parte del combo a partir del cual el gobierno de Mendoza desplegó un impresionante operativo represivo contra la población indefensa, para intentar deslegitimar así la pueblada por el agua pura. Los medios de comunicación hegemónicos replicaron el relato oficial, creando las condiciones para la justificación de la violencia institucional contra el derecho a la protesta. El jefe de Policía, Roberto Munives, anunció que fueron detenidas 45 personas, pero solo se conoce la identidad y paradero de 15 de ellas.

Por Negro Nasif | Fotos: Seba Heras

Videos caseros y fotografías difundidas en Facebook, Instagram y Twitter en las últimas horas muestran cómo decenas de agentes policiales sin uniformes se infiltraron entre quienes se manifestaban ayer en defensa de la Ley 7722.

Desde muy temprano los policías se reunieron bajo los árboles próximos al auditorio Ángel Bustelo, muy cerca de Casa de Gobierno y, desde allí, ocuparon paulatinamente distintas posiciones mientras la gente fue arribando a la sede del Ejecutivo, completamente vallada y atestada de más oficiales y suboficiales, estos sí con la ropa prestada por el Estado.

 

 

Como ha ocurrido en casi la totalidad de las numerosas protestas de los últimos cuatro años, las y los manifestantes no provocaron ningún acto de violencia, siquiera mínimo, que justificara la reacción de las fuerzas de seguridad. Sin embargo, cuando la concentración de este lunes en Casa de Gobierno comenzaba a desmovilizarse, unas 20 personas con el rostro cubierto empezaron a arrojar piedras y otros objetos hacia la línea de policías que custodiaban la valla de la explanada, en tanto que el resto de las y los que reclamaban intentaban disuadirlos inútilmente.

Esa fue la chispa que encendió los disparos de balas de goma y gases pimienta y lacrimógenos a mansalva sobre la población desprotegida, entre las que se encontraban niñas, niños y adolescentes que se habían acercado a defender su derecho a una vida saludable. La represión estuvo comandada por la Infantería que llegó al punto de atropellar con sus motos a personas que no representaban ningún riesgo para la seguridad pública. Grupos motorizados de esa misma fuerza llevaron la represión mucho más allá del predio del Parque Cívico, disparando reiteradamente sus armas al aire por las calles, sin ningún tipo de justificación más que generar terror entre quienes circulaban por la capital mendocina.

Violencia es mentir

A pocos minutos de producirse los primeros hechos, la página web oficial del gobierno de Mendoza plantó su verdad. “Violencia entre agrupaciones tras la marcha por la 7722”, tituló el comunicado de prensa oficial, creando una realidad que no se corresponde con las imágenes que se registraron ni con los testimonios que EL OTRO y otros medios contrahegemónicos pudieron recabar. No hubo tal enfrentamiento entre agrupaciones.

El gobierno de Rodolfo Suárez acusó a “un grupo de manifestantes identificados con partidos políticos” como los responsables de las agresiones a “personal policial que se encontraba cumpliendo funciones”. Más  allá del intento de criminalización de la militancia y la protesta, el Ministerio de Seguridad no dio el nombre de los “partidos políticos” (en plural) a los cuales pertenecerían los tirapiedras, ni tampoco ofreció más prueba de violencia que fotografías de policías corriendo mientras se cubrían las cabezas de los ataques e imágenes de agentes atendidos por profesionales de la salud en el interior del Ejecutivo.

Foto: Gobierno de Mendoza

Las fotografías oficiales fueron enviadas ayer por WhatsApp, a las 14.44 hs, a las empresas de comunicación aliadas del gobierno, las que inmediatamente se hicieron eco de la historia oficial sin contrastar con otras fuentes. Diario Los Andes, por ejemplo, puso en tapa el “enfrentamiento” y señaló: “Pasadas las 14.30 un grupo comenzó a arrojar piedras a los uniformados y la fuerza respondió con balas de goma y gases lacrimógenos”. En ninguno de estos medios digitales, ni radios, ni señales de TV, se pudo leer o escuchar la palabra “represión”.

El relato oficial no dejó lugar, obviamente, a otras voces como la de Sofía Benzaquen, integrante de la Asamblea Permanente por el Agua, quien, apenas desatada la represión, le dijo a Revista Cítrica: “Estábamos llevando a cabo una protesta absolutamente pacífica y se desató una persecución brutal. Los grupos de Infantería en motocicleta con balas de goma y gases lacrimógenos empezaron a hacer cerrojo y dispersar a la gente. Ahora estamos con muy poca señal para comunicarnos entre nosotros pero sabemos que hay personas que fueron heridas con balines. Estamos tratando de resguardar a las personas que han venido caminado desde ayer a las ocho de la mañana y ya no tienen fuerza para para seguir, hay personas con movilidad reducida y ancianos, niñas y niños”.

 

 

“Ayer no mataron a un policía pero de casualidad”, exageró hoy Néstor Majul, subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Seguridad, en diálogo radial con el periodista pro minero Ricardo Montacuto. Majul calificó de “violencia política” lo sucedido ayer y acusó directamente a “partidos de izquierda”. El funcionario admitió que policías de civil se infiltran en las marchas, aunque precisó: “Los policías no tiran piedras ni agreden a sus colegas. Suelen usarse para darles tranquilidad a los que se manifiestan, pero ningún policía, por más que sea de investigaciones, va a lastimar a un colega”.

Por su parte, el jefe de Policía Roberto Munives informó ayer que 45 personas fueron detenidas en el marco del operativo represivo. Sin embargo, el Comité Provincial de Prevención de la Tortura puso en duda este número difundido por el gobierno. “Hechas las consultas pertinentes, este Comité comprobó que no existen detenidos fuera de los 15 en la Comisaría Tercera. Es por lo tanto urgente que el Poder Ejecutivo informe la identidad y la localización de esas otras 30 personas”, reclamó el organismo en un comunicado oficial difundido anoche.

En diálogo con EL OTRO, Fernando Rule, miembro del Comité de Prevención de la Tortura, manifestó hoy que el gobierno todavía no brinda los datos solicitados.

 


 

Violencia en el Nudo

Ayer, tras la represión desatada en Casa de Gobierno la policía continuó el operativo en el Nudo Vial de acceso este a la Ciudad de Mendoza, donde los manifestantes realizaban un corte del tránsito.

 

Fotos: Cristian Martínez

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La marcha de la Historia