EL OTRO se metió en la cotidianidad de trabajadores y empresarios del día a día. Relatos de preservación, desazón y algo de esperanza en medio de la pandemia que, por ahora, parece llevarse puesto todo menos el orden económico y sus desigualdades.

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Foto: Cristian Martínez

El gobierno de Alberto Fernández deposita sus esfuerzos en las necesidades primarias. El esquema es claro, conservar la salud y que venga lo que venga. Es un principio humano básico y tiene aceptación porque es parte de nuestra cultura, la mayoría acordamos en que mientras haiga salú…

En lo económico la fila de las urgencias es larga y con el paso los días se aplican políticas hacia distintos sectores, con desprolijidades y a sabiendas de que la colcha es corta. Al frenar la demanda se paralizó un sistema enfermo, que si bien beneficia a muy pocos, sostiene el pasar de millones.

Foto: Coco Yañez

En ese marco el gobierno espera que los créditos a tasa cero alcancen a 500 mil monotributistas y autónomos de todo el país, dentro de un segmento compuesto por dos millones de trabajadores y trabajadoras con necesidades de todo tipo. Además, se calcula que el 80% de los empleados del sector privado cobrará el Salario Complementario.

Pero el excel de la contención es permeable para millones que la yugan en todas sus variables: emprendedores, empresas, familias, proyectos ambiciosos y artistas de la supervivencia que desde hace rato vienen dejando el pellejo en la procesión.

EL OTRO dialogó con personas que se desempeñan en distintos sectores para saber cómo sobreviven y qué estrategias emplean para flotar en el escenario catastrófico que se anuncia como un fin de ciclo, pero que en la calle no es más que otro rostro de lo establecido como orden.

Profesional fletero, exceptuado

Foto: Cristian Martínez

Juan es enólogo, con conocimientos avanzados de agronomía. El macrismo lo expulsó del Estado en 2016 y desde entonces no ha tenido ingresos estables, lo salvan los fletes con su camioneta. El día que se decretó el aislamiento social lo llamaron para realizar un trabajo temporario. “El flete lo tengo inactivo, no sé si ya hay permisos para el rubro, de todas maneras soy un afortunado porque misteriosamente me llamaron de una bodega y estuve empleado durante un mes, ahora hemos conseguido uva con un socio y vamos a elaborar vino de forma artesanal. Quiero ver el tema de los fletes porque es la opción que me queda para tener ingresos y cuando haya vino se venderá vino”, resume, pero aclara que en este contexto la única opción para un empleo estable es seguir apostando a la consultora que lo contactó con la bodega.

Mauricio, en la cadena de los exceptuados

Daniel Córdoba, fletero de Las Heras. Foto de archivo: Coco Yañez

Mauricio tiene un taller mecánico y el último mes trabajó a puertas cerradas, a media máquina. “Yo he seguido trabajando, es un riesgo para la familia, para uno mismo, pero no se puede desentender a los clientes, es una realidad compleja y un momento complejo porque la entrega de repuestos nos atrasa todo y el cliente que yo manejo necesita el vehículo ya. Atiendo a personas que brindan servicios exceptuados pero la mitad de mis clientes está en su casa y yo dependo de todos. Particularmente no he tenido problemas, pero evidentemente la cadena de pagos se rompió, lo ves en las casas de repuestos y eso termina impactando en los precios, es lógico, las tarjetas no perdonan”.

Mauricio entiende que lo único para salir, al menos empatado, es que se levante la cuarentena, pero es paciente, está esperanzado con acceder a los créditos a tasa cero: “No te soluciona los problemas pero al menos te puede ayudar con los gastos de alquiler y servicios que es lo que necesitás para seguir trabajando”.

Corte en seco a los ingresos

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Foto: Luciano Viard

Marcos es peluquero, tiene un local en una zona top, es decir gastos fijos importantes. Por su categoría no puede acceder a las ayudas que se les otorgarán a monotributistas  y, en medio del aislamiento, se prepara para cuando autoricen la apertura de peluquerías aunque se siente sin chances: “En el último mes he hecho muy poco, a gente que estaba laburando y ha podido venir a la peluquería pero muy poco. En cuanto a las chicas y los chicos que laburan conmigo, están la mayoría parados.  Se hizo un pedido, que el gobierno provincial incluyó en el petitorio a Nación, para realizar el trabajo con turnos previos y sin contacto entre clientes, pero no se autorizó. Estamos esperando que salgan más herramientas de ayuda o se pueda volver a abrir de alguna manera, estamos muy complicados”.

Emanuel y los barones del internet

Foto de archivo: Seba Heras

Emanuel es un joven empresario de la distribución y venta de vinos,  su emprendimiento en los últimos años, a pesar de rispideces de la economía, pudo posicionarse con hábiles estrategias de marketing y promociones.  El panorama que describe es complejo: “Se nos cayeron todos los clientes que dependen del turismo, nos quedan las casas de venta directa y estamos trabajando gracias a las comercializaciones on line, así y todo tenemos una caída del 70% de las ventas. En las ventas on line hay mucha competencia y tenés costos altos, porque posicionarte en las redes es caro. De todas maneras, se vienen cayendo los pagos de los clientes grandes y de los chicos, así que no nos queda otra que apostar al e-commerce, lo cual implica contratar a una persona, que en estos momentos es difícil, y otros egresos”.

Respecto de las herramientas de auxilio, Emanuel es más escéptico: “El gobierno de Mendoza sacó una moratoria con intereses altísimos que no es conveniente y en cuanto al gobierno nacional, el tema de los préstamos, la verdad es que no nos convence, no podemos tomar un préstamo que sabemos, que aunque tengamos seis meses de gracia, no vamos a poder devolverlo, porque no vamos a recuperar el nivel de ingresos en un tiempo largo. Por el momento rescatamos haber podido pagar los sueldos, pero la vemos complicada, si vamos a depender de la venta on line, vamos camino a ser rehenes de los grandes monopolios de las redes y las medios sociales, Facebook y Twitter, etc., porque son los que tienen todos los datos de los clientes a los que apuntamos, reconvertirse a virtualidad tiene ese costo”.

Luis, los oligopolios cada vez más oligopolios

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Foto: Cristian Martínez

Luis es tercera generación de una familia de pequeños empresarios del rubro metalúrgico, cuyo fuerte son los remaches y los tornillos autoperforantes. En el último mes pudieron trabajar 15 días, el freno se los puso la empresa proveedora de acero. “Trabajamos porque teníamos que cumplir con un pedido y con un remanente de materia prima, pero ahora paramos y no sabemos cuándo vamos a volver a la actividad. Acindar, que es parte del oligopolio del acero, no nos da muchas explicaciones, solo que están produciendo a menos de la mitad de su capacidad y eso nos obliga a parar. Rescatamos que las personas que trabajan en la fábrica tuvieron la mejor predisposición y como en otros momentos de crisis profundas, el espíritu parece ser el de “vamos que de esta también vamos a salir”, cuando, en realidad, podrían haber optado por quedarse en su casa”. ”

“Estamos dentro del programa del gobierno nacional para el pago del 50% del salario de los operarios y eso es un alivio -aclara Luis-. En ese sentido celebramos esas políticas, aunque sabemos que esto no va a poder sostenerse por mucho tiempo. Las pymes y los sindicatos nos tendríamos que organizar un poco para cambiar cierto paradigma empresarial. Acá las grandes empresas pueden torcer cualquier tipo de negociación sin chistar a los sindicatos, en ese sentido vemos que los gremios están priorizando la rentabilidad de las empresas por encima de la salud de los trabajadores y de la subsistencia le las pymes, que es el 80% del trabajo registrado. Nosotros somos parte de las empresas que, a pesar de las políticas de amedrentamiento del macrismo, le seguimos poniendo el cuerpo, sin despedidos, respetando los acuerdos paritarios del sector y con pérdidas cuantiosas. Solo en 2019 tuvimos aumentos de costos del 60 al 70%”.

Foto: Cristian Martínez

Pese al lugar que ocupan cada uno de los actores que nos pintaron la economía que sobrevive por fuera de las grandes empresas, pese a los distintos contextos y a las distintas necesidades, los proyectos se estacan con riesgo de desaparecer en el mismo lugar. El cuello de botella son las consultoras asociadas a las grandes empresas, las transnacionales financieras, los bancos, los oligopolios de las materias primas imprescindibles, la concentración incesante…. En definitiva, los poderes fácticos torciendo los recursos de todos a su favor.

 

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