La Juventud Peronista de Guaymallén y la Rama Femenina del Partido Justicialista presentaron el “Protocolo de actuación en casos de violencia de género” para mujeres e identidades disidentes. EL OTRO cubrió el importante acto que se desarrolló este miércoles en el salón de Suárez y Bandera de Los Andes.

Fotos: Coco Yañez

En la mesa de una de las oficinas de la sede guaymallina del PJ, seis mujeres militantes explican cómo crearon un protocolo para que la violencia machista deje de habitar las instituciones de la democracia, entre otros tantos espacios que arruina y desnivela en detrimento de las mujeres y de las personas que deciden tener identidades no binarias, diversas.

El presidente del partido en Guaymallén, Juan Carlos Villegas, apoyó la iniciativa de un espacio heterogéneo que desde diciembre se abocó a formular esta importante herramienta de lucha. Las mujeres lo han contado. Sin embargo, él no presidirá el acto ni se sentará en la mesa que presente el trabajo. Ellas conducirán. Saben que no es gratis y en algún momento pueden ser presa de represalias machistas.

Analía Nasif, Agostina Bruno, Belén Manino, Denís Pena, Evelyn Cárdenas, Verónica Benítez.

Analía Nasif (militante de Ni una Menos y de la Rama Femenina), Verónica Benítez (militante de Victoria Popular y de la Rama Femenina), Evelyn Cárdenas (secretaria administrativa del Consejo del PJ de Guaymallén), Agostina Bruno (secretaria general de la JP y militante de La Cámpora), Denís Pena y Belén Manino (ambas representantes de Comunicación, JP Guaymallén), se sentaron a la mesa para contar el proceso del protocolo y sus objetivos.

¿Cómo empezó el protocolo?

Verónica Benítez: Presentamos el proyecto hace poco más de dos meses y empezamos a trabajar con aportes colectivos de sectores políticos y sindicales que están dentro del partido que nutrieron todos esos lugares distintos del peronismo.

Fue un proceso largo y arduo, que no fue fácil porque partimos de una problemática cultural y estamos en un contexto en el que, a veces, desde el desconocimiento se producen dudas y temores. Pero hoy en día nos demanda la sociedad estos avances y el Partido Justicialista se ha caracterizado históricamente por atender las demandas de las mujeres, los sectores postergados.

¿De dónde surge el protocolo?

V.B: Fundamentalmente nos basamos en la Ley 26.485, de protección integral de las mujeres, y en la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, conocida como Convención de Belém do Pará. Se tomaron como modelos un par de protocolos mexicanos como parámetro, más allá de las referencias de los protocolos locales del Movimiento Evita, del Frente de Mujeres de Victoria Popular, que es en donde milito, y de lo que vienen trabajando compañeras de La Cámpora.

Analía Nasif: Hemos tenido que ir construyendo por distintos lados, congeniando las distintas experiencias que cada una genera en su espacio.

¿Qué herramientas brinda?

V.B: Nosotras decimos que no es un protocolo punitivo sino más bien de prevención. El punto 7 del protocolo propone la capacitación permanente en el temática para trabajarla conjuntamente con todas las secretarías y todos los sectores de partido. Apunta al cambio cultural que tenemos que lograr tanto varones como mujeres en este proceso de deconstrucción, por eso el plan es permanente y solo tiene fecha de inicio.

A. N: Comprendemos que va a tener idas y vueltas porque la dialéctica es una dinámica de nuestro movimiento y porque, justamente, está la voluntad política de que todos los espacios del partido y de la sociedad puedan interactuar en este plan. Por ejemplo: hay chicas que usamos el pañuelo verde y otras que no, pero en este espacio trabajamos todas.

V.B: Además, en puntos anteriores del protocolo se refiere a la Comisión Interdisciplinaria destinada a trabajar los casos de violencia de género y política que puedan suceder.

¿Esta comisión irá recogiendo experiencias a medida que funcione, verdad?

A.N: Claro. Vos sabés que todas venimos de distintas experiencias. Nosotras dos estamos participando de la logística de Ni Una Menos, las chicas son de la Rama Femenina, y más allá de ser todas parte del campo nacional y popular, tenemos esto de la militancia codo a codo con mujeres.

El machismo sigue imperando en las instituciones de la sociedad, más allá de que se están generando ingentes cambios en la manera de pensar y hacer de muchas personas…

A.N: Mirá, yo te voy a contar mi experiencia. Yo soy docente de un jardín en una escuela rural en Lavalle y estuve en una charla la semana pasada en la que casi no pude hablar porque estuve escuchando, y escuchando, y me quedé callada porque sentí que era la única en una mesa de trece que estaba tratando de no pensar desde el machismo. Y escuchás cuestiones que incriminan a las víctimas. Y no tiene que ver con lo rural sino con una cuestión cultural. Incluso algunas maestras justifican, a veces, acciones machistas en las familias de los chicos.

Denís Pena: Te escucho decir esto y pienso que lo que ha sucedido es que ahora se ve. No nos encontramos de pronto con el machismo pero sí estamos visibilizando una situación de desigualdad muy grande que, hasta no hace mucho, estaba escondida. Todas sabíamos que puertas para adentro había violencia intrafamiliar y se se hablaba de “crímenes pasionales”, que las mujeres debían atender las casas y los hombres hacían la política.

Que estemos acá en el Partido Justicialista de Guaymallén presenciando el primer acto político encabezado íntegra y exclusivamente por mujeres es señal de que hay una voluntad política de cambio. Es un hito histórico. Hemos trabajado muchas mujeres de distintos ámbitos…

A.N: Y varones. También quería destacar que muchos varones se acercaron para dar una mano en esto. Hace tiempo que digo que los pibes vienen mejores. Muchos varones de la JP se han sumado al laburo.

Todo parte de un contexto complejo…

V.B: Sí, un contexto de un sistema capitalista que es patriarcal y hoy en día el aparato cultural es el principal sostenedor de este sistema junto a fuerzas políticas de la derecha neoliberal que lo promueven y lo refuerzan con políticas de Estado. No es casual que las mujeres seamos la principales perjudicadas por el brutal ajuste de Cambiemos y que los medios de comunicación sigan haciendo foco en la víctima y revictimicen. Por eso me parece fundamental que el presidente del partido en Guaymallén, Juan Carlos Villegas, haya tenido la voluntad política de acompañar esto, porque sin voluntad política es imposible.

Desde el PJ provincial también hemos tenido el apoyo de Guillermo Carmona y la compañera Flor Décima.

Juan Carlos Villegas

¿Qué devolución han tenido de otros partidos y de la alianza Cambia Mendoza?

Agostina Bruno: Desde el Partido Intransigente se han acercado y también viene al acto el Partido Verde. Los dos espacios mostraron mucho interés en el trabajo que se viene realizando.

Evelyn Cárdenas: Sucede que es una realidad que no atraviesa solamente al Partido Justicialista de Guaymallén, sino a la sociedad toda y eso tiene también su repercusión en muchos ámbitos, porque a las mujeres y a las identidades disidentes nos afecta y mucho.

A.N: Desde Cambia Mendoza vemos que la vicegobernadora discute con (el intendente de Guaymallén) Marcelino Iglesias si el feminismo es o no una paparruchada, y nadie del radicalismo se ha acercado a consultar por este protocolo o su dinámica de trabajo.

V.B: De todas maneras les sugerimos a las mujeres del radicalismo y a Marcelino Iglesias que participen de las capacitaciones.

 

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