Tras la movilización docente de este martes, el director general de escuelas acusó al SUTE de “armar una cuestión de Estado” por el incumplimiento del gobierno del pago de sueldos de trabajadores de la educación suplentes. Con su acostumbrado cinismo, Jaime Correas pidió que el sindicato “no arme tanto escándalo” por un “problema menor” que afecta a más de 10 mil familias.

Por Negro Nasif | Fotos: Cristian Martínez

Los acuerdos de partes y la propiedad privada son valores capitalistas relativos para el gobierno provincial. Mientras la gestión de Alfredo Cornejo se jacta de honrar los pactos con los organismos financieros internacionales o de dar garantías de seguridad jurídica para los inversores extranjeros, no tiene ningún empacho en estafar a 10 mil trabajadores de la educación, anunciando que no cumplirá acuerdos paritarios que ya firmó y justificando que maestras, profesores y celadoras se vean privados de sus ingresos -única o principal propiedad- por trabajos ya realizados.

Luego de enterarse por la prensa de que el Ejecutivo “postergó” para el año 2020 el pago los reemplazantes que debía cancelar el próximo viernes, el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación convocó a una movilización en el microcentro de la capital mendocina y advirtió: “No van a tener respiro si no cumplen con el acuerdo”.

 

 

Sin sentir asfixia alguna y sordo a la movilización popular, el violento Jaime Correas se burló una vez más de las y los docentes y celadores gravemente apremiados por la crisis económica provocada por las políticas de Cambiemos que el exdirector de Diario Uno -¿y futuro funcionario del gobierno de Rodolfo Suárez?- promovió con pasión.

“Ahora arman una cuestión de Estado porque se ha aplazado por un corto lapso de tiempo una cuestión administrativa el pago de algo que ellos tampoco pidieron sino que lo propusimos nosotros para que los docentes no cobraran -como han cobrado toda la vida- un mes tarde, ahora merced y gracias al orden de este Gobierno que se les va a pagar en tiempo y forma”, manifestó Correas con pésima sintáxis gramatical ante la legítima protesta de las y los trabajadores de la educación.

 

 

Muy lejos de su responsabilidad, la máxima autoridad del gobierno escolar en lugar de hacerse cargo de su incumplimiento atacó a la representación sindical y minimizó la difícil economía familiar de las y los trabajadores. Correas caracterizó como “corto lapso” a la postergación unilateral hasta un improbable enero de 2020 de un haber que debía abonarse al culminar esta semana, simplificó como “cuestión administrativa” a su mala administración presupuestaria, insistió con las culpas de la pesada herencia y, en el éxtasis de la contradicción, aseguró que el gobierno pagará en tiempo y forma…  pero dos meses más tarde.

“El SUTE no se ha cansado de sorprenderme con sus arbitrariedades y con sus tonterías”, agredió Correas, coherente con la actitud sistemática de un violento que revictimiza al objeto de su crueldad. Porque ya no sorprende que esa posición de Correas sea la misma que sostuvo contra una trabajadora de prensa que, de tanto maltratarla, le provocó una incapacidad laboral permanente, tal como consta en una sentencia judicial que debería ser memoria colectiva para que nunca más un hombre de esa baja calaña moral ocupe el cargo más importante de la educación de Mendoza.

 

La violencia de Jaime Correas confirmada en un fallo judicial

 

Mentiroso, mentiroso