Las reflexiones en materia de creaciones artísticas cada vez se relacionan más a los derechos humanos, la explotación, el racismo y el feminismo, entre otras cosas. Existen proyectos gestados para abrir el espacio a las preguntas incómodas, es el caso de Proyecto Sin Nada, creado por Mauro Vargas, quien en charla con EL OTRO explicó de qué se tratan sus fotografías que dejan al desnudo los prejuicios.

Por Jo Thomatis / Fotos: Mauro Vargas

Mauro Vargas es técnico en telecomunicaciones en una empresa de Internet. “Me gusta crear contenido desde que tengo memoria, siempre generando impacto desde donde esté”. Comenzó con la fotografía a los 13 años y hasta el día de hoy trabaja en proyectos artísticos fotográficos. En diálogo con EL OTRO Mauro nos contó de qué se trata su Proyecto Sin Nada, una serie de fotografías de desnudos de personas de Mendoza.

¿Qué es Proyecto sin nada? ¿Cómo surgió esta idea?

El Proyecto Sin Nada es muy particular, va mutando a medida que van ingresando los distintos colaboradores. Comenzó con una foto que le saqué sin remera a un chico de teatro. Cuando coloqué las palabras “Sin Nada” en el pie de la foto llegaron las primeras preguntas: ¿Está desnudo? ¿Sos Gay que le sacas fotos a hombres? ¿Lo hacés para mirarlo desnudo? Eso me hizo reír mucho. Al principio con los primeros hombres justificaba que no estaban desnudos, solo era sin remera, hasta que empecé a experimentar y decirles que sí estaban desnudos. Mis conocidos abrían los ojos y no podían entenderlo.

Mauro Vargas, fotógrafo creador del Proyecto Sin Nada.


En las primeras fases del proyecto “simulaban” desnudos y después eso fue progresivamente mutando a desnudos completos, ¿Cuál es la intención en esta progresión?

Luego de retratar a varios hombres una mujer me comentó que por qué no le hacía fotos a mujeres. La realidad es que tenía mucho pudor y prejuicio: ¿Qué iban a pensar de mí si le sacaba fotos a mujeres simulando estar desnudas? Luego de retratar a varias de ellas mis miedos se hicieron realidad. Me dijeron cosas como “¿Lo hacés para ver mujeres desnudas, no?” o “Vos sos un capo hermano, vos sí que sos inteligente”, “lo tuyo es de re pajero”. Eso me desalentó muchísimo, si bien reunir toda la experiencia e ir documentando estaba bueno, la sufría un montón.

Luego de hacer las fotos de todos mis conocidos se había terminado el experimento, y una de las chicas que ya había participado me preguntó si podía ser de la cintura hacia arriba. Tardé una semana en responder pero lo hicimos, y fue como una bomba de comentarios, no podía creer todo lo que generaba en la gente ver un cuerpo desnudo local. Luego de eso los demás quisieron hacer lo mismo e ir apostando por más, venciendo miedos y prejuicios. Comencé a ver que ya no era por ver qué pasaba en sus conocidos, sino que ellos mismos querían hacer algo que no se animaban pero tenían muchísimas ganas.

¿Qué significa “mostrar un desnudo sin contexto sexual”? ¿Por qué está puesto el foco en lo no sexual y sin embargo en muchas fotografías vemos poses relacionadas a lo que, en el imaginario colectivo, entendemos como sensual?

Desde siempre me molestó la exposición de cuerpos hacia lo sexual. Al dibujar tenía como referencia varios artistas que dibujaban cuerpos desnudos y en un contexto donde lo sexual estaba lejísimos, uno no lo asociaba. Eso mismo quería para mis fotos: humanos donde el desnudo fuera secundario, entre los participantes y yo vamos aprendiendo a alejarlo cada vez más.
Un ejemplo fue una de las colaboradoras que me manifestó que ella hiciera lo que hiciera se veía “sensual” porque desde su adolescencia le crecieron mucho los pechos, entonces cualquier vestimenta que se pusiera ya generaba un impacto negativo: se sentía mal, cosificada todo el tiempo. Cuando me pidió participar me contó que desde hacía un tiempo comenzó a amarse de nuevo, a no avergonzarse de su cuerpo ni sentirse culpable.

Cuando comenzaron a salir las fotos de cuerpos completos dudé de qué estaba haciendo: ¿Estaba haciendo un catálogo pornográfico o estaba proyectando una manifestación artística? Mi pareja fue fundamental en esta parte, explicando que un hay gente que percibe sexualidad en todos lados hasta en donde no la hay.

La mayoría de les protagonistas de las fotos desnudas de este proyecto son personas con cuerpo de mujer, ¿Hay algo en particular que creas que te impulse a vos o a quienes deciden participar en mostrar estos cuerpos y no otros? ¿Tiene alguna significación especial el cuerpo de mujer para este proyecto?

Creo que hasta ahora se ha dado de fotografiar más mujeres porque en la etapa de “Sesiones” que estamos ahora, cada colaborador tiene algo que contar o manifestar. Tengo 2 hombres en lista para hacer las fotografías pero con esto de la pandemia se frenó mucho y poco a poco se está reactivando, seguramente cuando salgan y cuenten su historia para participar va a ser una puerta para que más hombres se animen.

No tengo un modelo de persona a retratar. Desnudarse ante la cámara es muy complejo, en mi caso personal me cuesta mucho sacarme la remera en público, tengo muchos complejos, valoro y respeto muchísimo a los que deciden participar, haciendo mucho hincapié hasta dónde quieren mostrar y cómo quieren hacerlo.

¿Has podido medir de alguna forma el impacto de las fotos de este proyecto en la gente que las ve? Ya que en la presentación de Sin nada explicás que estas fotos son para mostrar el impacto que los desnudos provocan en gente local.

Sí, siempre que hablo con alguien comento que las fotos en el proyecto son secundarias, las historias detrás de cada una de ellas son lo más interesante.
Este año la idea era hacer charlas, contar algunas por mí y otras por los chicos.

Entre las historias tenemos situaciones como censura de la propia familia, planteos de las parejas de que por ser hombre mis intenciones eran otras, problemas en los colegios donde enseñaban y acoso virtual.Eso como malo, que es muy pequeño ante todos los mensajes de amor que recibieron de sus conocidos y amigos.

¿Por qué gente local?

Es porque nosotros vivimos consumiendo cuerpos desnudos, pero a muchos les molestaba que fuera justamente de la vecina o de su compañera de la facultad, eso les hace ruido y también se va documentando.

En muchas ocasiones a las fotos las acompañan textos profundos respecto a la representación del propio cuerpo o del arte. Desde tu visión de fotógrafo, ¿cómo te llevas con los textos? ¿Qué rol cumplen en este proyecto?

Al comenzar la fase de “Sesiones” cada persona que participaba quería manifestar algo, tenían ya textos preparados o los hacían con las fotos que yo les pasaba una vez editadas. Desde mi visión me encanta, porque muchas veces ya no dirijo, sino que soy una herramienta para lo que ellas necesitan. También me pasa de personas que no tienen ningún mensaje para dar.

Va dependiendo de la persona que retrato, siempre me gusta acompañarlo de palabras, entonces aconsejo el tratar de relatar algo, dar una idea o historia. Seguramente en algún momento me va a pasar de que me digan “Poné solo la foto y listo”.

“Salir del clóset gordx es una de las mejores cosas que me pasó en la vida”

“La imagen es una herramienta muy poderosa”


 

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