Luciana Scherbosky y Edgardo González estrenarán el disco debut del dúo en el Teatro Las Sillas, el próximo sábado a las 21.30. Los caminos de la música cuando los senderos del tango no se bifurcan.
Fotos: Coco Yañez
Hace poco más de un mes, el músico Edgardo González escribió: “A fines de 2009 escuché al pasar en una reunión el comentario ‘no vas a comparar con nuestra época’. No supe a que aludía, pero me permitió advertir que estaba arribando a una edad en la que se nos empiezan a enquistar como verdades absolutas, ideas que solo tienen el valor de referir a hechos transitados durante la juventud. Me propuse no caer en esa trampa, y una de las decisiones que tomé para evitarla, fue trabajar con colegas más jóvenes de igual a igual. Despojado de la ascendencia que suele implicar el camino recorrido. En todo caso, este sería uno más entre otros elementos puestos en juego. La decisión, por cierto muy saludable, me hizo coincidir y tensionar con influencias, criterios, anhelos y enfoques inimaginados”.
Momento es el disco que cruzó el sendero tanguero de Edgardo con la nueva experiencia en el género de la cantante Luciana Scherbosky. Un disco tangible, un objeto hermoso con arte de tapa y diseño gráfico de Sebastián Ojer, que comprende músicas y palabras desde Gardel y Le Pera hasta Marcelo Ojeda, pasando por Homero Manzi, Carlos Giampé, Elbi Olalla, Alejandro Guyot, Julio Covielo y Katherina Mansilla, entre otras y otros compositoras/es y poetas.
¿Cuándo comenzó a nacer este disco?
Luciana: Empezó con un diálogo por chat, en marzo del año pasado. Para mí todo fue muy random. Cuando desarmamos la Orquesta Sísmica Mercalli salí como a buscar un laburo que me permitiera canalizar toda la fuerza generada en ese proyecto. Un día hablado con Elbi Olalla me dice: “Vos tenés que ir a grabar un disco con Edgardo González, no sabés lo que está tocando. Ha grabado un disco solista increíble, tiene su estudio de grabación… Tenés que ir a grabar con él”, casi me ordenó.
Ese mismo día, cuando volví a mi casa, le escribí a Edgardo, con quien solo había cruzado tres palabras el año anterior en Mendoza. Él, con toda esa metodología que tiene, me respondió: “Bueno, mandame tu material…” y ahí comenzó aquel diálogo que llegó hasta este disco.
Edgardo: En realidad con Luciana nos conocimos en 2016 cuando hicimos un Independencia con la Sísmica. Allí la escuché, cantaba Fuera de Estación que escribimos con Alejandro Guyot y que ella durante años sólo se lo reconoció a él… (bromea y se ríe).
En marzo/abril comenzó la propuesta, hicimos la preproducción en agosto en Buenos Aires, ensayamos una semana, tocamos en vivo en un bar y ahí nos dimos cuenta que funcionaba, antes de grabar. Sobre fin de año, yo me vine a presentar mi disco a El Living, y a hacer la preproducción del disco Sie7e de Altertango, y ahí también hicimos unos tangos con Luciana. Después también tuvimos una fecha de Tango por los Caminos del Vino en la Casa de Mendoza en Buenos Aires.
A pesar de las distancias, estos toques nos permitieron que la grabación del disco llegará con un rodaje mínimo y con la ida y vuelta del público.
Si uno repasa los títulos de las nueve canciones del disco se encuentra con un repertorio bastante diverso. ¿Hubo un hilo conductor para la selección?
Edgardo: A mí me interesaba que hubiese presencia de compositores mendocinos y mostrar la pertenencia de Luciana a la nueva generación, en contraste conmigo que soy más “clásico”, para decirlo más cool (se ríe).
Luciana: Antes de empezar a hablar con Edgardo, yo tuve como un año de sentarme a escuchar música, para ir eligiendo un repertorio, más allá de lo que hacíamos en la Sísmica, donde nos habíamos propuesto interpretar tangos del siglo XXI y, preferentemente, de compositores de Mendoza.
Yo entré al género al revés de la mayoría. Crecí escuchando y cantando canciones de Homero Manzi, por ejemplo, por Altertango, sin saber que eran de él. Desde allí fui a los originales. Aunque siempre en mi casa sonó mucha música, evidentemente yo no hacía una escucha activa. Cuando me senté a escuchar empecé a conocer un montón y, sin tener ningún plan de grabar un disco, elegir bien qué es lo que quería cantar.
Las canciones que propuse para este disco tuvieron que ver con muchos planteos que me hizo Edgardo que yo no me esperaba…
Por ejemplo…
Luciana: Unas de las primeras cosas que me dijo fue: “¿Qué querés decir?, ¿Quién sos vos?”. Yo había tenido la experiencia de grabar para el disco de Microtango con Elbi, pero más directo, sin tanta reflexión previa. Edgardo en cambio es metódico, tiene otro proceso, y eso me generó que empezara a cuestionarme un montón de cosas que se reflejó en la selección del repertorio.
Si bien ese repertorio es heterogéneo, la interpretación tiene una sonoridad con una identidad muy característica de este nuevo dúo.
Edgardo: Claramente nos identificamos con una forma estética, con un criterio de interpretación. Eso es lo que permite que repertorios tan disímiles y distantes en el tiempo puedan aunarse. Creo que hay una apuesta muy fuerte en ese desarrollo, que tiene que ver con la presencia del silencio en el diálogo entre la guitarra y la voz.
Además, hay una pertenencia al género que tiene una contundencia muy arraigada y esto genera la posibilidad de que haya una narrativa. Pensamos un disco del género con un anclaje en lo clásico; que represente a Luciana como una mujer joven, con composiciones de músicas como Kathi Mansilla de su misma generación; también la vinculación con Mendoza en los temas de Elbi y Marcelo Ojeda; y además queríamos que hubiese algo del epicentro porteño contemporáneo, que es el caso de Caída Libre de Alejandro Guyot y Julio Covielo.
Sabemos que ambos son muy metódicos y que no dejan muchas cosas libradas al azar. Sin embargo, en el disco hay algo de jazzero si se quiere. ¿Planificaron que en ocasiones la guitarra o la voz fuesen más libres?
Edgardo: Hay algo que estoy tratando de repetir y no me sale del todo, que fue lo que hicimos en Sus ojos se cerraron. “Te parece hacer toda la primera parte sosteniendo la melodía y yo improviso la guitarra arriba casi como en un concepto de jazz”, le propuse a Luciana. Y salió.
Luciana: Somos obsesivos, pero planificamos también hasta los momentos de libertad (se ríe). Para mí tiene mucho que ver la fascinación de Edgardo por el silencio. Esta experiencia con él ha sido para mí como cantar desde otro lugar, distinto a lo que yo hice en arte vocal o canto lírico durante mucho tiempo. En este caso no tenía que anclarme a una orquesta.
Edgardo: En mi disco solista fui comprendiendo algunas cosas que tienen que ver con información de mis maestros y referentes. Entre ellas, laburar multiplicidades discursivas y utilizar el silencio, pensar la música en el espacio.
El tango es un género que está muy arraigado en el acervo cultural y te permite jugar con el conocimiento que tiene el público, que está en el inconsciente, y restar información. Podés jugar con el imaginario popular.
¿Por qué Momento?
Luciana: Creo que fue el único nombre propuesto y no tuvimos discusión sobre esto. Nunca pensamos que debía estar la palabra tango en el nombre y a mí, personalmente, no me interesa anclarme al género. Este es un disco de canciones.
A pesar de que nunca tuve en mi vida la intención de grabar un disco, después de la “orden” de Elbi me pareció una buena oportunidad. Recordaba a una profe de canto que me decía que a las mujeres nos madura la voz a los 30 años. Yo los cumplí hace un mes. En cierta forma aproveché esta situación para generar un registro de una voz que no voy a tener nunca más, habiendo transitado situaciones vocales que sentía que ya me permitirían grabar.
Por otro lado, lo de “momento” responde a lo que está pasando socialmente en Mendoza, en Argentina y en este mundo. Porque se está yendo al diablo todo junto y las canciones también dicen cosas muy duras.
En esta grabación siempre encuentro presente el tema del silencio y el espacio, que es un concepto muy arquitectónico. Yo soy arquitecta, pero este disco también me permitió hacerme cargo de lo que ocupa la música en mi vida.
Más info del concierto aquí.
Entradas 2X1 para miembros de la COMUNIDAD EL OTRO
