Este lunes por la mañana EL OTRO dialogó con dos jóvenes que se encuentran en situación de calle. Los muchachos contaron la  violencia institucional que sufren y la dura experiencia que transitan. Por la tarde, este diario fue el único medio que presenció el desalojo, por parte de la Municipalidad de Guaymallén y la Policía de Mendoza, de un grupo de ciudadanos que viven en un espacio verde frente a la terminal de ómnibus. El Estado les sustrajo las pocas pertenencias que tenían. 

Fotos: Cristian Martínez

Debajo de un puente, en una vereda o en un albergue, las personas siguen viviendo aunque hayan perdido su hogar. Hechos violentos o trágicos atraen las miradas de los grandes medios que, por el contrario, hacen la vista gorda ante la violencia institucional que la Municipalidad de Capital o de Guaymallén, junto a la policía provincial, ejercen sobre personas en situación de calle, a las que les quitan sus pocas pertenencias de subsistencia.

El Estado provincial no posee ningún albergue para el abordaje integral de personas condiciones de vulnerabilidad extrema, aunque sí sostiene convenios con una iglesia de Dorrego y con la ONG Remar. Algunos municipios hacen mucho menos de lo que deben, otros solo reprimen.

EL OTRO dialogó ayer por la mañana con Matías y Gabriel. Son jóvenes, tienen muchos problemas pero intentan conseguir trabajo y volver vivir en un hogar. La plaza San Martín fue el lugar del encuentro pactado y, antes del horario establecido, ya estaban a la espera de este diario.

Por la tarde, en un operativo conjunto, la Municipalidad de Guaymallén, mediante sus direcciones de Desarrollo Social y de Servicios Comunitarios, Seguridad Vial y Defensa Civil, acompañados por la fuerza de la policía provincial, sustrajo efectos personales a las personas que sobrevivien bajo en el puente de Alberdi y Acceso Este, y a las que paran en el espacio verde ubicado al norte de la terminal de ómnibus “Padre Contreras”, sobre calle Reconquista.

La mañana

¿Cómo está la calle en estos días?

M: Es un mundo muy curioso, pasan millones de cosas, buenas y malas. Un mundo aparte que la sociedad en general no conoce y solo ve cosas malas, personas que se drogan y roban, pero no entiende el porqué, ni cómo llega una persona a la calle.

Debe haber tantos motivos como personas, pero: ¿cómo se llega a vivir en la calle?

M: A cada uno le han pasado cosas distintas, pero yo creo que nadie quiere vivir en la calle. Es algo que no se puede evitar porque algo te condujo. En mi caso me hago cargo…

G: En mi caso, yo tuve muchos problemas en mi casa y me he quedado en la calle y, si bien he tenido problemas con las drogas, estoy tratando de salir adelante para volver a estar bien.

En nuestro caso está todo mal por estar en la calle pero, a su vez, también está todo bien porque la gente del albergue nos trata bien.

¿Tienen trabajo? ¿Lo buscan?

M: Es muy difícil porque cuesta mucho tener el dinero para poder hacer un currículum y la ropa para verse presentable, en el caso de tener una entrevista. Hay muchas personas que lo buscan pero hoy está difícil para todo el mundo.

G: Yo estuve cerca de tener trabajo hace poquito, pero no pude conseguir las herramientas que necesitaba para encarar ese laburo de albañilería. Igual está muy complicado.

¿Cuáles son las cosas más difíciles de vivir en la calle?

M: Todo. Es una sobrevivencia. Es aprender a sobrevivir el día a día. Arrancar temprano en la mañana, salir a buscar el lugar en el que podés comer, tratar de conseguir la plata para comer. Son muchas cosas mientras soportás el frío, el hambre…

G: El frío, la lluvia, la policía…

M: La policía sabe que algunos hemos tenido algún problema menor con la ley y cuando necesitan llenar un calabozo, van y te buscan al albergue. En el lugar en el que yo duermo somos 75 personas, y saben que las personas de la calle pueden tener algo pendiente con la ley, aunque sea una tontera. Caen con el furgón y cargan a todo el mundo.

El trato es muy jodido. Vos querés hablarles bien y te tratan de poner en un lugar feo. Me pasó hace poquito que, con un amigo, en una comisaría por culpa de otro muchacho nos pegaron bastante, nos hicieron mierda.

A él lo tuvieron que sacar al hospital, pero como les dijo que los iba a denunciar, le pegaron y lo dejaron tirado por cualquier calle.

No podés denunciarlos porque cada vez es peor.

¿Es real que la Municipalidad les quita las pertenencias?

M: Sí. El otro día unos chicos, sobre Costanera y Vicente Zapata estaban durmiendo ahí con los bolsos, los colchones y todo, y vino la Municipalidad con la policía y les sacó todo. No les dejó ni siquiera los bolsos.

G: Esos chicos ahora estaban en el albergue y anoche no han ido. Se deben haber cagado de frío.

¿Qué les dirían a las personas que lean esto?

M: Que traten de reflexionar porque a nadie le desearía esto que es feo, porque estás solo. El que está haciendo las cosas mal, que frene antes de llegar a esto, porque cuando llegás a esto es muy difícil volver atrás.

G: De mí parte, lo mismo que dice mi compañero. Si tienen algún problema que salgan de eso y, si pueden seguir ayudándonos para salir adelante, que lo hagan.

¿Y al Estado?

M: Igualdad. Porque todos somos humanos y deberíamos tener los mismos derechos, y Dios no lo quiera, pero hoy nos toca a nosotros pero mañana le puede tocar a otras personas.

La tarde

Alrededor de las 17 horas, un equipo nutrido de personal policial y de la Municipalidad de Guaymallén abordó a las personas que viven bajo el puente de Acceso Este (Dorrego) y frente a la terminal de colectivos. Los funcionarios estatales, sin exhibir orden judicial alguna, sustrajeron la mayor parte de las pobres posesiones de quienes pernoctan en esos lugares. Las cargaron en un camión para llevarlas luego al depósito municipal, ubicado en Bandera de los Andes al 7713.

Según Jorge Carrizo, Director de Servicios Comunitarios, Seguridad Vial y Defensa Civil, “estos abordajes, que hacemos siempre con las personas en situación de calle, se ven afectados por la desgracia de lo que sucedió con la chica este sábado, con un accidente que terminó con su vida” (sic).

La mujer en situación de calle aludida en forma imprecisa por el funcionario, es Alejandra Vila, una joven que murió el sábado pasado bajo el puente de Dorrego, atropellada por un camión de recolección de residuos, en circunstancias que aún no se esclarecen.

En un breve diálogo con EL OTRO, Carrizo justificó el operativo en “muchas denuncias de vecinos que dicen que, a la noche cuando (los desamparados) están borrachos, hacen sus necesidades en cualquier lado, pasan chicos, pasan grandes. Bajo el puente han visto a parejas teniendo relaciones sexuales…”

Hacen todo lo que harían en sus casas pero en la calle, porque no tienen casas…

Tal cual. Son abordados desde el área social y se les sugiere que vayan a los hogares, en los que manifiestan muchas veces que tienen problemas de convivencia.

También puede ser que se les otorgue un subsidio de alquiler por tres o cuatro meses…

¿Qué hace falta para eso?

Primero que nada se les pide documento, y si no lo tienen se los exime del costo para que saquen el DNI, y se los ingresa a una red de contención. La mayoría de ellos están identificados, tienen legajo y se los trata de ayudar desde distintos lados, pero es una ayuda limitada. Tienen que ir a Desarrollo Social para que los ayuden.

“Más allá de algunos chicos que van y vienen, algunos con un tema que roban ahí en la terminal, a la mayoría de las personas las venimos abordando desde hace mucho tiempo, haciéndoles los documentos que necesitan para cualquier trámite, pero los vuelven a perder”, manifestó la directora de Desarrollo Social de Guaymallén, Silvia Donati, en diálogo con este medio.

Según la licenciada en Trabajo Social, han “armado un equipo de distintos profesionales que salimos a la noche a recorrer para ver cómo están las personas en situación de calle, e incluso les ofrecemos llevarlos a los albergues para que no tengan que ir caminando”. “La verdad que este grupo nunca quiere ir porque tienen problemas de alcoholismo y consumo, y a los albergues no se puede ingresar alcohol”, manifestó la funcionaria.

¿No hay salida para las personas que están en situación de calle?

Mirá, la verdad es que este tema es estructural y muy frustrante para nosotros, sobre todo para los profesionales, porque cuesta mucho. A un hombre que tiene esposa lo intentamos reinsertar a su hogar y a los tres días estaba de nuevo en la calle por su problema de alcoholismo.

Para tratar las adicciones, si no hay una decisión de la persona de tratar su alcoholismo o el consumo de alguna sustancia, es prácticamente imposible tratarlas. Entonces, se nos dificulta mucho, porque te diría que el 80% tiene problemas de consumo. También tenemos problemas de salud mental.

¿Cómo están los albergues?

Sé que desde Provincia están trabajando en eso porque no están todo lo cómodos que deberían. Desde que asumió Alejandro Verón (Subsecretario de Desarrollo Social) se planteó eso como una prioridad.

¿El Estado tiene albergues?

No, el Estado tiene convenios con una Iglesia en Dorrego y con Remar en Las Heras, Capital y en otro lugar que no recuerdo. Pero no posee un albergue propio.

¿Qué pasa con las cosas que les sustraen ustedes?

Lo que no es mugre, se deja en un depósito. En realidad nunca lo retiran porque la gente les dona otras cosas. Y para nosotros, eso que se toma como un acto de solidaridad, nos complica también el trabajo. Si hacemos esta movida como una forma de presionarlos para que vayan a Desarrollo Social mañana, y les donan colchones rápidamente, se nos complica también. Si no, nunca terminamos.

La idea nuestra es que ellos vayan al albergue para luego ver qué podemos hacer para que no vuelvan a la calle.

 


 

 

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