Comienza un taller literario con base en el aprendizaje común. El Chacras fino de Luján de Cuyo admite perspectivas populares de los relatos latinoamericanos que hicieron historia modificando el presente. Entrevista con Matías Campoy, profe de literatura que buscará sacudirse la academia en pos de aprender en el formato taller.

Fotos: Luciano Viard

Es doctor pero no puede prescribir antibióticos. Se dedica a la literatura desde joven, logró ser profesor de Letras por la Universidad Nacional de Cuyo y se animó a la carrera académica que lo doctoró luego de mucho esfuerzo.

Hijo de laburantes, es consciente de lo que cuesta el mango y de cuánto influyen las palabras en la conformación de un sentido común que no tiene nada de natural.

EL OTRO entrevistó al doctor Matías Campoy en la librería de la Facultad de Filosofía y Letras con motivo del estreno de su taller literario que tendrá eje en escritos de autores y autoras latinoamericanas.

¿Para qué sirven las letras en este mundo?

Para que sea un lugar más ameno y más agradable. No quiere decir esto que vayamos a ver solo cosas lindas y buenas, pero nos recuerdan un poco qué es ser humano. Yo creo que es el rol de todo arte, dejarnos ver las partes más luminosas y más oscuras de nuestro interior, de esa condición humana.

¿Qué te motiva a desarrollar un curso con formato de taller?

Básicamente que he dedicado varios años al estudio y análisis de obras, y ahora quiero cambiar un poco esa dirección para empezar a acercar mi visión de la literatura a las personas de carne y hueso que estén interesadas en conocer, hayan leído mucho o poco en su vida, de forma más dedicada o amateur. La idea es acercar un tipo de literatura a la gente, a quien no tiene su espacio en el día a día para leer y, a lo mejor, con el taller se genera el tiempo de lectura, reflexión y recreación.

¿Cómo va a ser la dinámica?

Vamos a leer algunos microrrelatos de grandes escritores y escritoras latinoamericanas para ir detectando cuáles son las características inherentes al género y poder aplicar esas lecturas a la producción de textos breves. En esta época en la que las redes sociales nos han devuelto las caras de personas que tienen voz y voto, que pueden hablar y expresarse, a lo mejor muchas de esas personas pueden expresar ideas e intereses a través de la literatura. Teniendo en cuenta que no hay una exigencia sino que la idea es relajarse, disfrutar y compartir.

¿Es más sencillo trabajar el microrrelato?

Para leerlo puede ser, porque se lee más rápidamente que otros formatos, pero el que sea corto no quiere decir que sea fácil. Sobre todo al intentar producir este tipo de textos se comprueba que no es para nada sencillo porque requiere condensar y sintetizar, sugiriendo al lector muchas cosas que requieren un manejo de elipsis muy complejas. Un iceberg, si vale la comparación, del que vemos una puntita y que requiere un lector activo que reponga mucha información.

La idea es que se acerquen personas con ganas de compartir porque tengo la idea de que la figura de quien conduce un taller es una persona que coordina y modera todas las miradas que nutren el trabajo colectivo.

¿Da la impresión de que la relación con las personas que toman el taller es muy diferente de las de las cátedras habituales?

El taller busca construir conocimiento a través de un trabajo colaborativo y no desde el conocimiento de una cierta autoridad.

Vamos a comenzar con escritores argentinos: el modernismo con Lugones, vanguardias con Girondo, más cerca de mediados de siglo está Borges y después Cortázar, María Luisa Valenzuela para incorporar la voz de las mujeres que tiene mucho peso. Miriam Di Gerónimo coordinó este libro “Basta, microrrelatos contra la violencia de género”.

Después nos abrimos a otras culturas como Julio Torri de México, Arreola. Augusto Monterroso, célebre padre del microrrelato del dinosaurio que dice: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”. Y con esas siete palabras construye ese microrrelato que es uno de los más conocidos.

 


El taller tiene una duración de diez horas en total, con asistencia de dos horas por semana. Se desarrolla los días sábados de marzo de 10:00 a 12:00 hs.

Comienza el sábado 2 y finaliza el sábado 30 de marzo y tiene un valor de $800 por persona (con materiales incluidos).

Contará con descuentos para miembros de la Comunidad EL OTRO.

Contacto: matiascampoy@gmail.com