Pedradas y escopetazos frente a un jardín maternal

Vecinos y policías se enfrentaron violentamente a escasos metros de un jardín maternal, donde se encontraban ochenta niños y niñas de 45 días a 4 años. Dos agentes fueron heridos y cuatro mujeres detenidas. Fue “absolutamente desmedido ponerse a tirar escopetazos en la puerta de un jardín”, cuestionó Mariano Ocaña, director del Centro Educativo Comunitario Arco Iris.

“Actitud sospechosa”

Foto: Prensa Ministerio de Seguridad

Desde el comienzo del breve video (ver portada de esta nota) se oyen los gritos. El tráfico de los vehículos ha sido interrumpido. Se observan dos móviles y media docena de agentes de la Policía de Mendoza que, de un momento a otro, persiguen a unos vecinos. A los 19 segundos se escucha el primer disparo. Los gritos se acrecientan. Se puede ver, de forma borrosa, cómo un pibe con una mochila roja y blanca cruza la calle, salta la acequia y apura la marcha, antes de que suenen dos nuevos balazos.

El fragmento audiovisual fue tomado muy cerca de la intersección de las calles Juan Perón y Segundo Sombra, del barrio Campo Pappa de Godoy Cruz. De acuerdo con la versión policial, difundida ayer por la tarde y replicada textualmente por los diarios más leídos de Mendoza, en ese lugar se produjo un violento hecho a las 11.30 “cuando una mujer policía de 23 años y su compañero de 28 circulaban a bordo del móvil 2963” y “observaron a dos mujeres actuar en actitud (sic) sospechosa por lo que se aprestaron a identificarlas”.

El móvil dañado. Foto: Prensa Ministerio de Seguridad

El pedido de documentos, siempre siguiendo el relato del Ministerio de Seguridad, “motivó el enojo y la resistencia de las sospechosas, quienes comenzaron a agredir a los uniformados”. A los insultos de las mujeres hacia las autoridades se sumaron luego las agresiones de los vecinos del barrio Solidaridad, “quienes comenzaron a arrojar grandes piedras contra el patrullero y los policías”, los que fueron asistidos posteriormente por otros agentes de la misma fuerza.

De acuerdo con el parte oficial, un patrullero “sufrió rotura de sus parabrisas y abolladuras en distintas partes”, y dos agentes tuvieron que ser internados en una clínica con politraumatismos.

Cuatro mujeres, dos adultas y dos menores de edad, fueron detenidas y puestas a disposición de la Justicia.

Otra mirada desde el jardín

Foto de archivo: Prensa Godoy Cruz

EL OTRO entrevistó al docente Mariano Ocaña, director del Centro Educativo Comunitario Arco Iris, quien aportó una versión distinta a la del Ministerio de Seguridad, y cuestionó cómo se manejó el desproporcionado operativo policial, a tan solo diez metros de un jardín maternal donde se encontraban ochenta niños y niñas.

De acuerdo con Ocaña, los hechos violentos comenzaron cerca de las 11:00 hs., cuando la policía detuvo a un hombre de unos 18 o 19 años que vive frente al jardín, e intentó subirlo a un móvil. Inmediatamente, familiares del joven reaccionaron contra los agentes, los agredieron y evitaron que lo trasladaran. Minutos más tarde, acudieron refuerzos policiales para asistir a los heridos y lograr la detención frustrada. Fue entonces cuando se cruzaron las pedradas y los tiros, de uno y otro lado.

Jardín Arco Iris Foto de archivo: Prensa Godoy Cruz

“No es la primera vez que pasa esto, ni va a ser la última”, nos dice con resignación el director, aunque subraya que la situación traumática para los niños y niñas del Centro podría haberse evitado. Más allá de los motivos que originaron la intervención policial, que ya son investigados por la Justicia, y las agresiones de los vecinos hacia los agentes, Ocaña puso el foco el riesgo al que se expuso a los niños y maestras ante tamaño despliegue de fuerza. Para el docente fue “absolutamente desmedido ponerse a tirar escopetazos en la puerta de un jardín”.

El jardín maternal, al que acuden niños y niñas de 45 días a 4 años, se encuentra en la parte del edificio que da a la calle. Ante el primer disparo de las armas de la policía, las maestras hicieron que los niños se tiraran al piso y, aterrorizados, aguardaron allí a que cesaran las decenas de detonaciones posteriores.

Maestras del Jardín Arco Iris Foto de archivo: Prensa Godoy Cruz

Tras los incidentes, el director Ocaña pidió explicaciones a la policía, pero las autoridades se limitaron a argumentar que respondieron a las pedradas de los vecinos. Funcionarios de Educación de la Municipalidad de Godoy Cruz se comunicaron con el docente para interiorizarse “de primera mano” sobre la situación. En el mismo sentido, la directora de Educación de Gestión Social y Cooperativa de la DGE, Valeria Rómoli, habló con Ocaña y se puso a disposición del Centro.

“Yo no voy a justificar la actitud agresiva de nadie para con la policía, pero creo que el procedimiento fue desmedido, no fue planificado, no se pensó bien lo que se estaba haciendo, mientras había niños en el Centro Educativo”, cerró el director Mariano Ocaña.