Raly Barrionuevo y Lisandro Aristimuño presentan hoy su disco Hermano Hormiga en el Teatro Independencia. EL OTRO dialogó con uno de los protagonistas.

Por Richard Quevedo
Fotos: Ariel Ugolino

Para hacer alusión al último trabajo de ambos artistas podemos hablar de hormigas con patas muy largas que recorren firmemente los pueblos, los sonidos, la esencia del folk y la fusión, que los lleva desde la oscuridad de las ideas a reconvertir las canciones más revolucionarias de Silvio Rodríguez. El rumbo del que camina constantemente trabajando en lo profundo, te da la certeza de que nunca los pies se cansarán de la música que alimenta uno a uno los sentidos. El viaje esta siendo en el momento que el oído y el alma tocaron la tierra firme y la metáfora de ir aunque el sol queme, aunque la lluvia pueda ser una catástrofe, hermano hormiga en algún momento de este cosmos te encontré…

Recuerdo mucho una fiesta en la exestación Mendoza, vos solo con la guitarra tocando para un pequeño público. ¿Sos de comparar esos shows mas íntimos con el hoy?

Sí, para la fiesta de la quema del viento, que vine solo e invitado por un amigo, fue un momento lindo, profundo. Con respecto a lo de tocar ahora en lugares más grandes, por ejemplo con mi banda y con todo lo que eso cuesta, es difícil tocar en lugares pequeños más que nada por lo económico, no porque no tengamos ganas, si no es un lugar grande no te rinde la plata para pagarle a toda la gente que trabaja conmigo. A veces me gustan esas cosas, la última vez que estuve en Mendoza me fui a tomar algo en el bar de un amigo y me subí a tocar unos temas y me encanta, pero mi trabajo mi oficio es así y uno tiene que vivir de lo que hace. Mendoza es una ciudad que me encanta, y el público es alucinante, siempre viví cosas muy lindas siempre me siento como en casa.

¿Fue difícil la autogestión al principio? Digo porque ahora quizás estás en un momento en donde disfrutás de más cosas con la música.

Fue difícil al principio, la verdad que tocando después mi música empezó a ser escuchada y bien recibida por la gente, también en el ambiente de los medios. En esos momentos mi carrera se empezó a armar siempre desde la autogestión y la independencia. Estoy en este camino desde hace años y nunca me salí de ahí  y ya por suerte mi nombre y mi obra se conocen. Costó muchísimo pero en la Argentina ya no tengo que llevar mi currículum.

Eso te ha llevado también a poder sentir el cariño de colegas con una trayectoria enorme como Mollo, Hilda Lizarazu, o Fernando Ruiz Díaz entre otros ¿Cómo se describe eso?

Sí, muy emocionante poder compartir con gente que siempre admiré, yo tenía una banda de covers en Viedma y hacía temas de ellos, y que la vida me haya puesto ahí al lado compartiendo, produciendo, arreglando canciones, componiendo es un regalo enorme. Por suerte son grandes amigos, colegas de diferentes estilos. Imaginate cuando armo algo en casa y se juntan todos, el quilombo que se arma, siempre hay una guitarra, yo le agradezco muchísimo a la música que me haya dado una relación con toda esta gente que son amigos que quiero mucho.

¿Cómo fue el comienzo de encontrarte con Raly y conectar en lo musical?

Por la amistad que tenemos, el encuentro con Raly viene por ese lado, aparte de que cada uno admira la obra del otro, me parece que lo más fuerte que tiene Hermano Hormiga es la amistad, que nos pareció lindo también por el hecho de recorrer lugares, y estar juntos en las giras, reírnos, compartir un escenario. Por eso surgió ese proyecto en el 2016.

Tus canciones son reflejos de las épocas, ¿tienen significaciones políticas o hay una libertad atemporal?

Hay canciones que sí, no sé si un fiel reflejo de la realidad pero están muy ligadas a lo que está sucediendo en lo social y hay otras que son más personales, mas mías, quizás a veces hay sol afuera y yo le estoy cantando a la lluvia. Lo bueno de ser compositor es que también podés inventar, podés jugar, podés ser de todo, un animal, lo que sea, a veces la gente cree que en una letra estoy hablando de mí y tal vez estoy hablando de un árbol. Mundo anfibio es uno de los que más ligado está a lo político y lo social, pero también hay temas con una carga poética enorme. Cuando pinta putear, lo hago canción pero no es tanto una característica mía. Hay otros músicos que lo hacen a full, mucho más directo y está bueno.

Profundizando todo eso, ¿por qué decidiste hacer música, o que es la música para vos?

Yo no sé si tengo un momento concreto, yo crecí rodeado de música, de arte, porque en mi casa había mucho de todo eso, y vino de una forma muy natural, siempre la música fue muy importante en mi entorno. Me empecé a dar cuenta de que me encantaba hacerlo cuando tocaba y sentía que a la gente le gustaba, me hacía conectar con el otro de una manera especial, puede ser que ese haya sido el momento.

En FM La Tribu cuando hacías el programa, y en otras plataformas sos de compartir mucha música de gente que quiere hacer conocer lo que hace, ¿es militancia por lo que les cuesta llegar a hacerse escuchar?

Sí, siempre trato de difundir desde mi web un proyecto que se llama Música sin fines de lucro, ahí tengo un listado de canciones de gente que me manda y también lo hice en el programa de radio que tuve durante cuatro años. Mayoritariamente eran músicos del under que podían hacerse escuchar, que les proponía que vinieran al programa a tocar en vivo. Siempre me gustó hacer eso porque fue un camino que también viví en algún momento, de venir de Viedma, del interior. Yo sé lo que es que alguien que le haya ido un poco mejor te apoye, o difunda, o te nombre, para uno es muy importante. La música es como la Pachamama, si vos no le das no te da nada. Hay que seguir construyendo la música, no es cuestión de que uno llegue hasta cierto lugar y se olvide del resto, es devolverle a la música toda la felicidad que me da.

¿Cómo ves la realidad, cultural y sociopolítica del país?

Lo personal que pienso en ese sentido me lo guardo, porque cada uno tiene su opinión pero no sé si tiene sentido que yo opine, pero te digo que en lo cultural se sintió muchísimo, te puedo hablar desde mi lado como productor, como compositor, como cantante, te digo que estos últimos años se sintió muchísimo, desde todo, desde armar un show, de poder ir a tocar, todo está muy caro y aparte muy difícil de que se vendan las entradas, y eso se hace sentir un panorama de lo que está sucediendo. La gente en vez de comprar una entrada para ir a ver música va a un almacén a comprar pan y eso es súperentendible. Ya mucha gente sabe lo que pienso, y lo que sucede está a la vista y no hace falta que lo diga yo, es como redundar sobre esta época.