La declaración testimonial de una funcionaria del Ministerio Público demostraría que el juez José Valerio intervino en el avance político-judicial contra la Túpac Amaru. La defensa de Nélida Rojas recusó al supremo, por considerar que “carece de imparcialidad” para intervenir en la causa.

Foto de archivo: Coco Yañez

La semana pasada la fiscal Gabriela Chaves presentó, ante la Suprema Corte de Justicia, un recurso de queja contra el fallo de la Octava Cámara del Crimen que –el 5 de setiembre- dejó en libertad a Nélida Rojas y sus familiares.

Como primera respuesta a la acción de la fiscal, la defensa de los miembros de la organización barrial Túpac Amaru cuestionó a uno de los miembros del alto tribunal, por entender que “carece de imparcialidad” para decidir en esa causa. Los abogados Alfredo Guevara, Carlos Varela Álvarez, Carlos Blanco y Octavio de Casas, recusaron al juez supremo José Valerio porque “aconsejó a una de las partes y manifestó extrajudicialmente su opinión sobre este proceso”.

Un juez comprometido con la causa

José Valerio. Foto de archivo: Coco Yañez

El viernes 7 de abril, la fiscal Gabriela Chaves concurrió a la oficina de la coordinadora del Ministerio Público de Mendoza, María Teresa Day, para pedirle su ayuda en la ejecución de una serie de allanamientos y detenciones simultáneas en viviendas de miembros de la Túpac Amaru. Las medidas, que implicaban un gran despliegue policial y de gendarmería, se llevarían a cabo en Lavalle durante la madrugada del lunes siguiente, aunque peligraban por un conflicto de competencia judicial.

Gabriel Magniafico, titular del Sexto Juzgado de Garantías, quien debía autorizar los allanamientos, se encontraba de licencia y su subrogante, Érica Sánchez, habría puesto reparos para aceptar la competencia en la causa, entendiendo que debía intervenir el fuero federal.

Gabriela Chaves. Foto de archivo: Coco Yañez

A pedido de Chaves, la Dra. Day, funcionaria de estrecha confianza del Procurador General Alejandro Gullé –en ese momento de viaje por Estados Unidos-, se comunicó con Carlos Parma, magistrado que subrogaría el juzgado en la fecha prevista para el operativo judicial. Con la confianza de una relación personal previa, Day solicitó a Parma que intercediera ante la secretaría del Sexto Juzgado de Garantías para resolver el “pequeño problema” de competencia que estaba complicando los planes de Chaves.

A las 13.15 de aquel viernes, el juez le informó a la funcionaria de la Procuración que sus gestiones no habían arrojado los resultados esperados, “que el tema de la competencia no sería fácil, que trataría el tema la Dra. Érica Sánchez, antes de las cero horas, y que los allanamientos del lunes no se practicarían”.

María Teresa Day. Foto de archivo: UNCuyo

Según consta en el expediente judicial P-30.182/17, donde se tramita una investigación paralela por posibles filtraciones en la causa, Day reconoció que realizó una serie de gestiones ante el juez de la Corte, a fin de derribar obstáculos en la ejecución del megaoperativo contra la Túpac.

“Inmediatamente llamé por teléfono al Dr. Valerio manifestándole mi molestia por la actitud de los jueces en general, que ponían la competencia como excusa para no resolver el fondo de un asunto que implica un allanamiento muy grande, y que había más de 70 personas afectadas el día lunes. El Dr. Valerio me dijo que venía en camino hacia la Corte y que me esperaba en el despacho. Inmediatamente la llamé a la Dra. Chaves y le pedí que me trajera el expediente con lo proveído por el Juez subrogante del Sexto Juzgado de Garantías” (sic), declaró el 11 de mayo, bajo juramento, la coordinadora del Ministerio Público.

Expediente judicial P-30.182/17

En su despacho, Valerio recibió de manos de Day el expediente judicial. El supremo tranquilizó a la funcionaria informándole que ya había hablado con la jueza Sánchez para que se quedara en su oficina y resolviera lo solicitado por la fiscal. “Me retiré del despacho del Dr. Valerio y llamé a la Fiscal, Dra. Chaves, para que tomara el expediente y tomara las medidas que le pareciera, ya que la juez continuaba en su despacho y que se lo iban a recibir” (sic), reconoció Day, en su testimonial ante la Unidad Fiscal de Capital.

Las buenas gestiones de Valerio fueron innecesarias. Ese mismo viernes, Nélida Rojas y sus familiares se presentaron en el juzgado y fueron apresados por Chaves.

El tridente ofensivo

Foto de archivo: Prensa Godoy Cruz

Tal como muestra la fotografía, en febrero de 2015, el entonces intendente de Godoy Cruz, junto a dos miembros del Poder Judicial, encabezó un homenaje al fallecido fiscal Alberto Nisman. Con una pala en la mano, Alfredo Cornejo plantó un ciprés recordatorio, bajo la mirada atenta de Alejandro Gullé y José Virgilio Valerio.

Aunque hoy no exista siquiera la sombra de aquella planta, la relación personal y política de estos tres hombres dio grandes frutos. Ya gobernador, Cornejo impulsó a sus amigos a la primera línea de la Justicia mendocina.

No resulta casual, entonces, que Gullé y Valerio sean piezas fundamentales de la malograda Operación Túpac. El testimonio de María Teresa Day es por demás elocuente y clarifica los detalles de la avanzada político-judicial contra la organización conducida a nivel nacional por Milagro Sala.


 

Leé aquí la recusación presentada ante la Suprema Corte

 


 

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