En una sesión caliente, la Cámara de Diputados de la provincia dio su acuerdo al proyecto de privatización de la EPTM enviado por el Ejecutivo. Con 24 votos a favor y 21 en contra, pasó al Senado, donde podría transformarse en ley el martes que viene. Los trabajadores se manifestaron en asamblea permanente, lo que provocó la restricción del servicio.

 

Foto: Apprentice

 

Como EL OTRO anticipaba ayer, la sesión de diputados se realizó con el habitual vallado a la Legislatura y con la movilización sindical concentrada desde temprano. Con los números a favor, el oficialismo apuró el tratamiento del proyecto para privatizar el servicio que hoy presta la EPTM, aunque se vio interrumpido por las protestas y reclamos de los trabajadores apiñados afuera que recibieron una instantánea represión -gas pimienta mediante- de las fuerzas de seguridad.

Foto: Apprentice

 

Foto: Coco Yañez

 

Foto: Coco Yañez

 

Como era de prever, durante el debate el proyecto recibió fuertes críticas de los bloques opositores. Tanto los diputados del Frente Para la Victoria (FPV) como del Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT) manifestaron su rechazo y señalaron responsabilidades sobre la actual situación de la empresa. Mientras desde el FIT, el diputado Héctor Fresina cargaba sobre el vaciamiento de la empresa gobierno tras gobierno, desde el FPV, Jorge Tanús admitía en tono autocrítico que las últimas gestiones del peronismo no invirtieron lo suficiente para que la empresa tenga hoy la funcionalidad que debiera, cuestión que reforzaba Omar Parisi, al expresar que la empresa quedó desfinanciada .

En el marco de una jornada trabajosa para los legisladores, con otros proyectos en la agenda del día, desde el oficialismo aseguraron que el proyecto no busca perseguir a los trabajadores ni dejarlos sin empleo, calificando como “banales” las críticas de la oposición.

Hubo cierto enojo y alboroto ante el pedido de voto a mano alzada realizado por diputadas del FIT, pero finalmente se accedió y el resultado se saldó en 24 a favor y 21 en contra.

Retos, ausencias y traiciones

La sorpresa de la sesión la dio finalmente la diputada de la UCR Julia “Mumy” Ortega, quien había manifestado que el proyecto es “contrario a las consignas del radicalismo” y finalmente votó por la negativa, a pesar de las presiones de su bloque. El ridículo al que sometió con su decisión al presidente del bloque César Biffi fue proporcional al maltrato y pedido de explicaciones de este último, ante la mirada de sus pares y las cámaras.

Néstor Parés, preside la Cámara de Diputados. Foto: Coco Yañez

 

Cesar Biffi (UCR) Foto: Coco Yañez

A pesar de no hacer uso de la palabra, Ortega comunicó a la prensa que no considera conveniente la transformación porque “el carácter estatal de la EPTM es la línea histórica de la UCR, que es quien impidió la privatización en la década de los noventa”, al tiempo que agregó que “la EPTM como empresa estatal testigo del transporte público de pasajeros es fundamental  para el sistema mixto” al impedir “los abusos de los privados, tanto en la calidad del servicio como en la tarifa”.

Otro dato político de la sesión que a esta altura no causa tanta sorpresa, fue la ausencia de tres legisladores del FPV, que bajo distintos motivos se encuentran de licencia. Vinculados directamente a caciques comunales del PJ, si hubiesen acudido a la sesión y seguían la línea tomada por su bloque, dejaban la votación emparejada, obligando al presidente de la Cámara a desempatar, costos políticos mediante.

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Las ausencias –más allá de su justificación- de Alejandro Viadana, quien responde al intendente de Maipú Alejandro Bermejo, Silvia Ramos, alfil del presidente del PJ Omar Félix, y Cristina Pérez, ex esposa y aliada política del intendente de San Martín Jorge Giménez, demuestran que el “efecto disciplinador Salgado” todavía hace mella en la partidocracia justicialista, a la que evidentemente “ordena” el gobernador Cornejo.

Quien despejó sin cavilar sus contradicciones fue Guillermo Pereyra, que en su múltiple rol de aliado de Cornejo, referente de Massa, secretario general del Centro de Empleados de Comercio y miembro de la CGT, votó por la afirmativa el proyecto privatizador, pregonando el aval de la UTA y SIPEMON, y asegurando que a partir de sus aportes no existe amenaza a las fuentes laborales. La acción del legislador sindicalista, ya socavó la participación del CEC en una secretaría de la CGT mendocina y hay quienes dentro de una confederación recientemente renovada y normalizada, reclaman su cabeza.

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Guillermo Pereyra. Foto: Coco Yañez

A favor de Pereyra en este sentido, la nueva y reunificada CGT no acompañó en la proporción que había manifestado y sólo unos 15 secretarios generales se dieron cita en la Legislatura. Sin movilizar a sus bases (salvo algunas excepciones), varios se retiraron ante los primeros incidentes producidos.

Asamblea permanente

Finalizada la votación, la congoja se apoderó de las trabajadoras y trabajadores de la EPTM. En diálogo con El OTRO, Andrea Diez, delegada gremial y conductora de troles desde hace casi once años, manifestaba su tristeza al referirse a su situación personal: “En casa mi marido tiene trabajo en negro y de mi trabajo dependen las cargas sociales de mis hijos”, mientras señalaba a Cornejo al afirmar que “el gobernador está gobernando para los intereses de unos pocos y no para el bienestar general de la población como lo marca la Constitución”.

Foto: Coco Yañez

 

Foto: Coco Yañez

 

En medio de la bronca contenida, Jorge Chávez, secretario adjunto de ATE, irónicamente se dirigió al gobernador, “gracias por esta Navidad y Año Auevo que les hace pasar a los trabajadores de la Empresa Provincial de Transporte Mendoza, porque deja a 480 familias sin su principal fuente de ingresos”.

Aunque impotentes, castigados y con cierta frustración, los trabajadores rápidamente se convocaron en la sede de la EPTM para declararse en estado de asamblea permanente hasta el martes, día de la sesión en el Senado. Durante ese lapso, intentarán acumular más apoyos y discutir cuáles serán las medidas de fuerza que tomarán, ante las amenazas del gobernador de cesantear y denunciar penalmente a algunos trabajadores que participaron de la protesta de ayer.

Foto: Coco Yañez

 

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