Luego de homenajear al trovador Jorge Marziali en el teatro Independencia, Juan Muñiz, Martín Castro y Simón Marziali se presentarán mañana en San Rafael.

Fotos: Coco Yañez

El más chico tiene 19, el más grande varios más. En una actuación dinámica, emocionante y heterogénea, los tres formaron parte del homenaje al “amigo y compañero” Jorge Marziali, junto a Marita Londra, Juan Falú, Marcelo Sánchez, Juanita Vera, Doña Jovita, Alejandra Bermejillo, Omar Moreno Palacios, Mónica Abraham, Nahuel Jofré y Polo Martí, entre otros artistas destacados.

En medio de la prueba de sonido para el espectáculo en el teatro Independencia, EL OTRO entrevistó a los músicos que actuarán mañana en el distrito Cuadro Benegas de San Rafael. Todos afinaron sus guitarras y accedieron a dialogar algunos minutos sobre las obras que crean e interpretan por estos tiempos.

Juan Muñiz se alejó del estudio del Derecho en Rosario para dedicarse a la poesía y la música. El de Venado Tuerto partió a Buenos Aires para convertirse en vecino de Raúl Carnota y encaminar su carrera como artista, al tiempo que participó de la mítica revista Humor y forjó una gran amistad con Marziali. “Mi casa es la de Jorge”, dice quien se autodefine como “tío de Simón”.

¿Cómo conoció a Simón?

A Simón yo lo conocí en las peñas de Cosquín, en el Patio de los Herreros, acompañando a Marziali. Me deslumbró rápidamente por su destreza. Lo conocí a sus catorce años y me resultó increíble su madurez y avidez. Ya en ese momento él cantaba, tocaba y sacaba temas difíciles. Tiempo después lo volví a ver y el salto fue abismal, siempre avanzando muy rápido. A partir de ahí, cada nuevo encuentro fue una nueva sorpresa por su crecimiento. El Simón no parece un chico tan joven cuando uno escucha sus pensamientos o sus letras y canciones.

¿Qué han preparado para presentar en El Viejo Roble?

Con Simón y Martín Castro hemos armado un espectáculo que se llama El país de la canción, que es el país al que nosotros pertenecemos, el que nos da de comer, el que nos alegra el corazón y que nos permite fantasear. Es el que nos lleva a distintos climas del alma. Es el país que nosotros habitamos y al que nos gustaría que viniera más gente.

A veces sentimos que las canciones profundas están desterradas de ese país de las discográficas y las radios que difunden productos de consumo. El país de la canción es más chiquito, más cálido, pero con sensibilidad, con búsqueda musical.

Simón tiene 19 años y estudia dirección coral en La Plata, tiene un dueto con un amigo con quien intentan ensayar y conseguir fechas para tocar. Estudia guitarra desde los cinco años y pasó por la politécnica de San Rafael. Habla con sencillez y humildad.

¿Cómo vivís este homenaje a tu viejo?

La verdad es que me encanta ser parte y me parece necesario para la gente que quiso y quiere tanto a mi viejo. Siempre fue mi manera de retribuir el cariño a través de la música. Estoy muy agradecido a quienes organizaron esta maravilla.

¿Qué emociones te moviliza El país de la canción?

El país de la canción es el lugar en el que podemos decir las cosas que nos pasan y lo que sentimos, y donde nos sacamos las broncas de nuestro país. Nos parece importante compartir esas canciones con compañeros como Juan Muñiz, con quien tenemos un par de canciones, y con Martín quien también aporta lo suyo desde su talento.

¿Cómo es tu diaria en La Plata?

Estudio en la Facultad de música. Además, tengo un dúo con un amigo, ensayamos, y buscamos lugares para tocar los fines de semana. Estamos todo el día encima de la música, porque para vivir de la música hay que vivir para ella.

Martín Castro, además de talento con la viola, tiene la facilidad de hacer migas en minutos con cualquier honesto que se le acerque. Tocó con Marziali durante un par de décadas, en las que además participó de proyectos de gran trascendencia musical, como Markama o 18 cuerdas.

Siempre vuelve Marziali. ¿Qué te inspiran estos dos encuentros?

Sí, siempre con el eje en la canción. Yo estuve con el Jorge veinte años y, aunque esté lejos de Mendoza, acá debía estar. Hace poco hicimos un homenaje en la UOCRA en Buenos Aires, con Marita Londra, Mónica Abraham y otros artistas.

Al haber estado tantos años con Jorge, aprendí una manera distinta de tocar el instrumento, en la que el eje es la canción, acompañando a un cantautor, un hacedor de canciones, entendiendo la palabra para saber cuál es el acorde y cómo hay que interpretarlo.

Lo del sábado es un poco una prosecución de lo que venimos haciendo para acercar un material que hoy no es tan fácil conocer, mostrando un país federal. Lo que planteamos con Simón y Juan es revitalizar la canción del país y para eso hemos invitado también a Maxi Guiñazú y Dorian Maronich, que son grandes músicos de acá.